MARCA PERSONAL
En medio de la breve ceremonia inaugural, una bella mujer acaparó las miradas de todos aquellos que seguían la instancia en vivo, en Moscú, o por TV, en cualquier rincón del planeta.
"¿Quién es la que está junto a Iker Casillas?", fue la pregunta obligada. La respuesta: una joven supermodelo rusa llamada Natalia Vodianova, que al lado del arquero campeón del mundo con España en Sudáfrica 2010 presentó el trofeo de la Copa del Mundo , que conocerá a su nuevo dueño el 15 de julio, precisamente en ese estadio.
La modelo de 36 años fue nombrada embajadora de su ciudad natal para la Copa del Mundo, Nizhny Novgorod al oeste de Rusia.
Su historia de vida es conmovedora. Se crió en la pobreza y vendía frutas por la calle junto a su madre para poder comer.
Luego de una infancia en la que no le sobró nada y se acostumbró a vivir lejos del lujo, a los 15 años Natalia ingresó a la agencia de modelos de su ciudad. Dos años después, la vida premiaba y la empresa parisina Viva Models decidió incorporarla a su staff.
De inmediato, comenzó a trabajar junto a diseñadores de renombre como Mario Testino, Annie Leibovitz y Steven Meisel, entre otros, y fue tapa de portadas de las principales revistas del mundo, como Vanity Fair y Cosmopolitan. Con perseverancia y siempre pensando en positivo, "Supernova", se convirtió en una supermodelo internacional.
"La gente de Rusia está muy emocionada por darle la bienvenida a la Copa Mundial de la FIFA. Me enorgullece representar a mi país hoy y saber el sueño que representa el Trofeo Original de la Copa Mundial de la FIFA", reconoció Vodianova, madre de cinco hijos y en pareja desde 2011 con Antoine Arnault, CEO de la empresa Berluti.