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Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, que no pudo dirigir a su equipo desde el banco por la expulsión en el partido de ida ante el Arsenal, celebró desde una esquina del estadio, en uno de los palcos del fondo sur, con su afición, el pase a la final de la Europa League

EFE

Inmediatamente después de que el italiano Gianluca Rocchi, árbitro del partido, decretase el final, la euforia y la fiesta se desató en el Wanda Metropolitano.

El público permaneció en sus localidades durante muchos minutos celebrando con el 'Cholo' la clasificación y pidió al técnico que los jugadores, ya retirados al vestuario, volviesen al césped.

Así lo hicieron los rojiblancos, que festejaron con su público el pase a una nueva final europea, la undécima en la historia del club, y la octava desde que Simeone es técnico del equipo rojiblanco. Así recibieron al equipo.

La de Lyon, el 16 de mayo ante el Olympique de Marsella, será la tercera final del Atlético en la Liga Europa, después de que en 2010 venciese en Hamburgo al Fulham inglés (2-1), y de que en 2012 ganase al Athletic de Bilbao en Bucarest (3-0).

El Atlético de Madrid recurrirá ante el Comité de Apelación de la UEFA la sanción de cuatro partidos impuesta al entrenador argentino Diego Simeone por su expulsión y sus protestas al árbitro Clement Turpin en el partido de ida de las semifinales de la Liga Europa contra el Arsenal del 26 de abril.

Simeone ya ha cumplido uno de esos cuatro encuentros, en el duelo de este jueves de vuelta de las semifinales de la Liga Europa contra el Arsenal, en el que asistió al partido desde un palco del Wanda Metropolitano mientras que su ayudante Germán 'Mono' Burgos ejerció como técnico en el banquillo del conjunto rojiblanco.