Por primera vez en la historia hay un equipo de víctimas de la violencia y la persecución en todo el mundo.

Por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos, compite en Río 2016 un equipo de refugiados que son víctimas de la violencia y la persecución en los distintos países del mundo.

El equipo está formado por dos nadadores sirios, dos judocas de la República Democrática del Congo y seis corredores de Etiopía, Somalia y Sudán del Sur, que buscaron refugio en países tan variados como Bélgica, Alemania, Luxemburgo, Kenia y Brasil.

La participación del equipo de refugiados en Río 2016 representa un gran hito en la prolongada colaboración de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados con el Comité Olímpico Internacional. Esta relación, que comenzó hace 20 años, ha sido fundamental en la promoción del papel del deporte en el desarrollo y bienestar de los refugiados, especialmente de los niños y niñas. A través de proyectos conjuntos, se ha dado apoyo a programas para jóvenes y actividades deportivas en al menos 20 países, se rehabilitaron canchas deportivas en varios campamentos de refugiados y se han entregado materiales deportivos a jóvenes refugiados.

A fines de 2014, la población de refugiados, desplazados internos y solicitantes de asilo alcanzó la cifra récord de 59,5 millones de personas y ha seguido aumentando.

De los 11.400 deportistas que participan en los Juegos de Río 2016, de 205 países, 6.200 son hombres y 5.200 mujeres.

El COI anunció que, al igual que en los Juegos Olímpicos de Río debutará una delegación de deportistas refugiados, otra lo hará en los Juegos Paralímpicos de Río.

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