El ciclista suizo de 35 años se retiró de la competencia oficial, luego de quedar en la primera posición en la prueba de ciclismo de ruta.

El suizo Fabian Cancellara puso en Río de Janeiro, con su segundo oro olímpico en contrarreloj de ciclismo en ruta, un broche a su impresionante carrera, un trayecto excepcional de 16 años de profesional que remató con un carrera perfecta junto a la no menos espléndida playa de Copacabana.

El Expreso de Berna, con el holandés Tom Dumoulin y el gran Chris Froome -que repite el bronce de Londres 2012 en esta carrera- completando las preseas, sumó este título olímpico al de Pekín de hace ocho años, a sus cuatro mundiales en la especialidad y a las once etapas que ha ganado en las grandes vueltas por etapas: ocho en el Tour y tres en la Vuelta.

Lo hizo en una crono muy difícil, sobre un recorrido sinuoso y peligroso que hizo temerario la lluvia caída en la primera parte de la prueba, lo que perjudicó a los que salieron en el primero de los grupos en los que se dividió a los 35 corredores participantes.

En ese escenario complejo, Cancellara salió como un tiro, reguló después y lo dio todo al final, ya camino del oro beneficiado también por una avería que dejó al australiano Rohan Dennis fuera de las medallas.

La carrera fue cosa de cinco, una vez que tres de los del primer grupo, el alemán Simon Geschke, el belga Tim Wellens y el polaco Michal Kwiatkowski, fueron perjudicados por la lluvia.

Las medallas se las jugaron los tres que las consiguieron y los dos damnificados del día, el espléndido Castroviejo, que marcó los mejores tiempos hasta la llegada de los grandes, y Dennis, derrotado por una avería.

Cancellara no obstante, fue el que estuvo marcando los mejores cronos junto a Dennis, el mejor casi a mitad de recorrido; Domoulin se acercó a ellos por momentos y Froome agarró el bronce en las últimas pedaladas. Un bronce que casi le hubiese sabido a oro a España, que sigue en Río chutando al palo. Suiza marcó gol con Cancellara.

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