A los 15 años el deportista se fue a vivir a Estados Unidos y comenzó a entrenar en una cancha que armaban cerca de su casa, aunque no estaba muy al tanto del deporte: "Cuando empecé no sabía ni con cuántas personas se jugaba", dijo el año pasado en una entrevista a Ovación.
Entrenando solo se fue perfeccionando y luego comenzó a competir. A los 18 años ganó su primer torneo, pero no se puso límites. El año pasado se fue a vivir a Roma para seguir mejorando y ahora representa a Italia.
Es zurdo y tiene dos características salientes: es un gran defensor y tiene un saque peculiar: se pone casi de espaldas a la cancha y le pega al balón dándole una gran altura y efecto. Se le conoce como "skyball" y en el debut con victoria 21-13 ante Austria consiguió varios puntos; directos o forzando errores rivales. "Quiero demostrar que siempre hay que soñar. Yo, midiendo 1.83, juego a un deporte donde todos miden 2 metros. Hay que soñar y hacer los sacrificios para que se hagan realidad", dijo.
JUEGOS OLÍMPICOS