GOLF

El golfista chileno Joaquín Niemann, de apenas 20 años, se transformó en el primer jugador de su país en lograr una victoria en el PGA Tour, tras consagrarse campeón en el Greenbrier Classic el pasado domingo en Virginia, Estados Unidos.

Con un espectacular score final de 20 bajo par, producto de rondas de 65, 62, 68 y 64 golpes, superó por seis a su más próximo seguidor, el norteamericano Tom Hoge, siendo este el margen más amplio en la historia de este torneo.

Además se convirtió en el jugador más joven de la historia no nacido en Estados Unidos en alcanzar un titulo en el PGA Tour. El español Seve Ballesteros y el norirlandés Rory Mcllroy fueron los únicos internacionales en conseguir una victoria a tan temprana edad.

Este fue el primer evento de la temporada 2019/2020, que ubica al chileno primero en la Fedex Cup, que premiará al ganador con un premio extra de 15 millones de dólares. Por supuesto, esto es apenas el principio de una larga temporada pero de cualquier manera el joven latinoamericano ya se perfila para pelear el título.

Nacido en Talagante el 7 de noviembre de 1998, Niemann comenzó a llamar la atención del mundo golfístico en 2017 cuando se convirtió en el mejor amateur del mundo con apenas 18 años. Esto mostraba la capacidad del transandino, que no defraudó tras pasarse al profesionalismo, teniendo un gran primer año en el PGA Tour pese a no haber conseguido ningún título.

En esa campaña 2018 terminó en el puesto 79 de la orden de mérito, acumulando un total de 1:434.519 dólares tras disputar 28 eventos.

Luego de la victoria conseguida esta semana lidera dicho ranking con 1:350.000 dólares, que le fueron adjudicados junto con el trofeo. En apenas la primera semana del año ya acumula prácticamente el mismo dinero conseguido en la temporada pasada, lo que lo perfila a tener un año inolvidable. Es que este chico lo tiene todo y junto con otras jóvenes figuras que están haciendo su debut en el tour parecen marcar la nueva generación del golf mundial.

Lo hecho por Joaquín el domingo fue una verdadera clínica de golf. Se lo veía muy nervioso pero concentrado al mismo tiempo. Así logró que esos nervios se transformaran en algo positivo a la hora de cerrar el torneo. En lo últimos nueve hoyos realizó seis birdies y culminó la ronda con tres consecutivos. Un final soñado, que dejó sin chances a sus adversarios.

Luego fue entrevistado y no pudo contener las lágrimas tras agradecer a toda su familia y a su equipo de trabajo, que lo ayudaron con conseguir este sueño que persigue desde el día que comenzó a jugar al golf.

La próxima parada del tour será a partir del próximo jueves con el Sanderson Farms Championship en Misisipi, donde el pegador más largo del circuito, Cameron Champ, defenderá el título.