PGA TOUR

El PGA Tour envió un comunicado a sus jugadores, detallando que ya no necesitarán realizar una cuarentena en caso de ingresar a Estados Unidos desde otro país. La gira profesional consiguió una excepción con el gobierno para que los profesionales de golf ingresen directamente en la burbuja de los torneos.

Esto le permitía al inglés Lee Westwood viajar a desde Newscastle, donde estuvo disputando el Betfred British Masters, para jugar esta semana el WGC FedEx St Jude sin necesidad de la cuarentena. La única medida preventiva que debía cumplir era la de someterse a una prueba de COVID-19 a su ingreso. El mismo se podría hacer directamente en el laboratorio portátil instalado por el torneo en el campo de juego. Sin embargo, Westwood, después de todo el revuelo causado con su participación, decidió finalmente no viajar a Memphis.

De cualquier manera, el Tour aprovechó la oportunidad para informar sobre este protocolo. Esto cambia radicalmente las cosas, ya que los golfistas que no viven en Estados Unidos podrán volver a competir en el principal tour del mundo. La noticia causó sorpresa en los profesionales, que no sabían que dicha medida estaba en negociaciones. Seguramente haya servido de respuesta a su queja ante las autoridades rectoras del golf profesional porque no podían competir en las mismas condiciones, viéndose rezagados en el ranking mundial. Ahora ya no hay excusas y todos los mejores del mundo podrán competir de igual a igual.

La exigencia de la cuarentena ha hecho que jugadores como Henrik Stenson, Tommy Fleetwood o Adam Scott hayan retrasado su regreso a la competición. Stenson y Fleetwood estarán presentes esta semana en el World Golf Championship FedEx St. Jude Invitational, que contará con la participación de 44 de los top 50 del ranking.

Tiger Woods, en tanto, algo aquejado de la espalda, se reserva para jugar el PGA Championship, que tendrá lugar entre el 6 y 9 de agosto en San Francisco.