GOLF INTERNACIONAL

E l número uno del mundo Dustin Johnson estuvo a la altura de sus pergaminos en el último Major del año y con una sensacional actuación logró el Masters de Augusta, batiendo el récord de golpes con un sensacional registro de 20 bajo el par.

Johnson, de 36 años, nació en Columbia, Carolina del Sur, a menos de una hora de Augusta (que se encuentra en el estado de Georgia) y pareció sentirse muy a gusto en el legendario trazado, pese a que debido a la pandemia el torneo se jugó allí en el otoño boreal y no en la primavera, como es tradición. Atrás quedaron las marcas de Tiger Woods (cuando en 1997 logró su primer torneo grande) y 2015, cuando Jordan Spieth emulaba el logro de Woods.

Johnson llegaba como favorito luego de finalizar segundo la semana anterior en el Houston Open. Su potencia para alcanzar grandes distancias con sus golpes es uno de los factores fundamentales por los cuales se considera que el campo del Augusta National le sienta de maravillas.

Pero no solo esa virtud resultó fundamental en su victoria, sino que también su juego sobre el green resultó excelente. Está claro que para batir récords de golpes no alcanza solo con pegar lejos. Con rondas de 65, 70, 65 y 68 golpes acumuló un total de 268 y la marca de 20 bajo el par que difícilmente sea alcanzada.

Entrando a la ronda final con cuatro golpes de ventaja, Dustin tenía la obligación de demostrarse a sí mismo que está hecho para conseguir grandes cosas. El antecedentes de cero victorias en cuatro oportunidades en las que llegó a la ronda final de un Major como líder pesaba sobre su espalda.

Pese a un comienzo con dudas (y dos bogeys) logró controlarse y birdies en los hoyos 6 y 8 le dieron la tranquilidad necesaria para encarar los últimos nueve hoyos del recorrido. Nadie pudo ponerle la suficiente presión y finalizó superando por cinco golpes a sus escoltas, el australiano Cameron Smith y el coreano Sungjae Im.

Con esta victoria, el golfista estadounidense se asegura ingresar al Salón de la Fama. Su total de 24 victorias en el PGA Tour y dos torneos grandes (US Open 2016 y Masters 2020), sumado al hecho de que de manera interrumpida desde hace 14 temporadas siempre ha conseguido al menos una victoria, lo convierten en un grande de verdad. Adicionalmente, la victoria en el Masters amplía su diferencia como mejor jugador del planeta, lidera la Fedex Cup y como postre se llevó un suculento cheque por más de 2 millones de dólares.

“Honestamente, todavía me sigue pareciendo un sueño. Cuando era un niño soñaba con ganar el Masters y que Tiger me ponga la chaqueta verde, me parece un sueño No podría estar más emocionado”, dijo Johnson tras lograr el título. “El Masters para mí es el torneo más grande, el que más quería ganar”, subrayó

“Estuve nervioso todo el día, pero estoy muy orgulloso de la forma en que me manejé”, añadió

Pese a que el torneo se jugó a puertas cerradas por la pandemia, no faltaron los rituales de Augusta. Como campeón saliente, Tiger Woods le colocó el saco verde a Johnson, que estaba muy emocionado pese a que se le considera un jugador frío.

Para Tiger, luego del gran triunfo de 2019, el Masters 2020 resultó para el olvido, lejos de la punta. Para colmo, en el par tres del 12, en Amen Corner, hizo el peor hoyo de su carrera: 10 golpes, después de irse tres veces al agua.

En este 2020 tan particular, otra curiosidad: Johnson será campeón defensor del Masters por tan solo cuatro meses, ya que en abril del 2021 se disputará una nueva edición. Ojalá que en condiciones más normales que esta última, sin público.

Varios latinoamericanos fueron animadores en este Masters. El mexicano Abraham Ancer comenzó la última ronda a 4 golpes de DJ y el colombiano Sebastián Muñoz también mostró muy buen nivel. Finalizaron en los puestos 13 y 19 respectivamente.