EUROPA

Zlatan Ibrahimovic, delantero de 39 años del Milan que cuestionó la utilización de su imagen por FIFA, se mostró dispuesto a regresar a la selección de Suecia, de la que se retiró hace cuatro años, aunque señaló que el primer paso lo tiene que dar el técnico Janne Andersson.

"Si me llamase, le respondería: dame tiempo, debo pensarlo. Pero debe salir de él. Porque si cree que soy demasiado grande, no estoy interesado. Si cree que puedo aportar algo, lo pensaría", aseguró en una entrevista al diario Aftonbladet.

El máximo goleador de la selección sueca, con 62 goles en 116 partidos, se retiró tras la Eurocopa 2016, y desde entonces ya insinuó en un par de ocasiones que podría volver, como antes del Mundial de Rusia, aunque al final todo estaba vinculado con su condición de cara visible de una campaña publicitaria.

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"Ibra" ha mantenido una relación tirante con el actual seleccionador, Jan Andersson, al que criticó con dureza por ejemplo hace un año por no haber incluido a jugadores de origen extranjero en su primera lista al asumir el cargo.

Cuando Andersson dejó fuera del once inicial hace una semanas al centrocampista de Juventus Dejan Kulusevski, de origen macedonio, Ibrahimovic habló en redes sociales de "vergüenza" y de una nueva "prueba" de que había "personas incompetentes" que "asfixiaban" al fútbol sueco.

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"No lo conozco, nunca lo he juzgado personalmente. Mis palabras fueron un juicio por las convocatorias que hizo. Y me mantengo. Siento que todo lo que construí durante veinte años desapareció un día. ¿Si me molesta? Sí, me molesta", dijo el jugador de origen bosniocroata.

"Claro que echo de menos la selección. Quiero estar en el equipo y con el muro amarillo. Salir con la camiseta amarilla y ver que todo Friends Arena está lleno. Quien no lo extrañe es que ya ha terminado su carrera. Y yo no lo he hecho", afirma el delantero.