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Zidane tenía un arma secreta: Antonio Pintus

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DT. Consiguió su quinto título como entrenador del Real. Foto:Reuters
Eddie Keogh

El preparador físico cambió los trabajos de pretemporada a la vieja usanza y logró ganar todo con el Madrid.

En los ’70 y los ’80 había maratón de futbolistas que recorrían el cantero central de Avenida Italia. Planteles enteros que tenía como meta llegar hasta el puente Carrasco. Ida y vuelta. Los preparadores físicos de la época marcaban la salida y empezaban a cronometrar a sus jugadores. Eran tiempos de pretemporadas exigentes, con triples horarios y trabajos en las dunas.

Hoy se trabaja diferente. Nuevos entrenamientos, nuevas técnicas, otra tecnología y la ciencia aplicada al deporte, cambiaron las condiciones de los trabajos en las pretemporadas, menos, en el Real Madrid. Sí, el equipo merengue volvió a los viejos tiempos. Fue el método que introdujo Zinedine Zidane. Era lo que tenía en mente el entrenador francés cuando empezó a rumorearse que iba a ser el elegido para dirigir al plantel principal. Y lo llevó a cabo.

Cambió el método. Hizo borrón y cuenta nueva, y ese -aseguran todos- fue el gran secreto para que el Madrid se quedara con la Liga y con la Champions en una temporada bárbara.

Cuando Zidane lo planteó, ya tenía el hombre elegido: Antonio Pintus, un preparador físico de la escuela italiana, con fama de duro -en Italia le llaman “El Látigo”- que convenció a “Zizou” con sus trabajos hace ya más de 20 años, cuando ambos coincidieron en la Juventus.

Pintus, de 54 años, tiene una larga trayectoria en la preparación física: Chelsea, Udinese, West Ham, Mónaco y Palermo, además de haber incursionado también en otros deportes como el judo o atletismo.

El secreto fue ese. Apostar a lo que otros no habían apostado. Porque tanto en los tres años de la era Mourinho como en la breve etapa de Ancelotti y “Rafa” Benítez, las pretemporadas no eran muy duras, y siempre se hicieron con pelota.

Pintus llegó con su escuela al Madrid y sorprendió a todos. Su método fue clave, pero su poder de convencimiento lo fue más. Los trabajos eran intensos. El italiano empezaba cada uno de sus días con trabajos de gimnasia y cerraba sus entrenamientos con un trabajo aeróbico, con carreras continuas, siempre cronómetro en mano.

Con La pelota. Zidane le había dicho a los directores deportivos del Madrid que al equipo le faltaba algo de chispa y días después ya se vieron las primeras imágenes de los futbolistas corriendo por el césped de Valdebebas, con el propio entrenador a la cabeza. La pretemporada iba a ser dura.

Las clases de educación física no significaron que Zidane olvidase la pelota. Los entrenamientos por la tarde fueron casi todos con el balón.

Pero el secreto del éxito para el francés estaba muy claro y se lo transmitió a sus jugadores cuando se presentó en Valdebebas: “Solo con talento no ganaremos nada”.

La escuela de Pintus, había empezado a hacer su trabajo y “Zizou”, lo respaldaba con sus mensajes.

A casi un año que el Real Madrid iniciara la pretemporada en Montreal, todos recuerdan la gran novedad del momento: la incorporación de Pintus, una de las armas secretas del técnico francés para que el conjunto merengue haya llegado al tramo decisivo de la temporada “como aviones”, tal y como reconocíó el propio Isco ante los medios tras la obtención de la Liga.

Los diarios madrileños destacaron el secreto del entrenador: “Zidane tenía claro que necesitaba dar un impulso a la preparación física de su equipo, y desde el primer día que tomó las riendas del plantel en enero de 2016. De hecho, eliminados de la Copa del Rey 2016, ya entonces aprovechó sus primeras semanas para someter a los jugadores a lo que el propio Zidane llamó una mini-pretemporada”, apuntó el diario madrileño As.

Sin embargo, el entrenador merengue quería una mejor preparación, y de ahí que forzase para contratar a Antonio Pintus, procedente del Olympique de Lyon. Una propuesta que en su momento fue muy bien recibida por la dirigencia del Madrid.

Pintus fue clave para que Zidane pudiese adaptarse al fútbol italiano cuando llegó a la Juve y lo tuvo como preparador físico. Ese primer contacto sería determinante para marcar la carrera del jugador, y sin saberlo, también la del profesor.

“Creemos que sólo trabajando con el balón puedes poner en forma a un jugador. Pero también creemos que tienes que trabajar sin pelota porque los jugadores son atletas también. En Francia, durante la pretemporada, hacemos 45 minutos de carrera cada mañana en el entrenamiento. Es un trabajo al 75% de la máxima frecuencia. En Italia no podíamos hacer eso, porque los jugadores no estaban preparados. En Italia el preparador físico es como un árbitro, que le están todo el rato insultando y quejándose los jugadores […] Me gusta correr (se rumoreaba que algunos días llegaba a la ciudad deportiva del Olympique de Marsella corriendo unos 20 kilómetros), pero no puedo jugar al fútbol. La técnica hace la diferencia, en mi opinión. Pero si tienes a dos campeones al mismo nivel técnico, el que corra más rápido será mejor. El talento es la base. Uno nace campeón. El problema después es permanecer en ese estado el mayor tiempo posible. Y eso es sólo cuestión de trabajo”, dijo en una recordada conferencia de prensa en Marsella.

Hace diez meses, el Olympique de Lyon dijo a los medios franceses que llevaría el “caso Pintus” a la FIFA, por el traspaso “relámpago” al Real Madrid cuando apenas había empezado a trabajar en Lyon.

Según explicó Jean-Michel Aulas, presidente del Olympique de Lyon, Pintus tenía un contrato temporal, con cláusula de salida del club francés sin indemnización alguna siempre que le brindaran un contrato indefinido y avisara de su renuncia con quince días de antelación.

Fue sólo una noticia para “sacudir” el ambiente y disfrazar la salida de Pintus al Madrid. Nunca volvió a trascender ninguna denuncia abierta por parte del Olympique de Lyon contra el club merengue.

El secreto que tenía “Zizou” estaba en marcha y empezaba a dar sus frutos en un plantel que se abrió al nuevo método de trabajo impuesto por Pintus.

“No una fórmula mágica, hay diferentes metodologías en diferentes países. Trabajé en Italia, Inglaterra y Francia. Tuve la oportunidad de aprender donde fui. El trabajo con pelota es, obviamente, importante, pero también lo es el trabajo de prevención, preparación y reacción. Digamos que mi método es de preparación física a la europea”, analizaba entre risas el italiano tras asumir funciones en el Madrid.

Su trayectoria plena de títulos lo avalan: la Juventus que ganó la Champions League 1996 y jugó las finales de dos años después en 1998, el Chelsea pre-Abramovich campeón de la FA Cup 2000, el Mónaco subcampeón de la Champions League en 2004. Pintus obtuvo de 14 títulos con todos sus equipos: una Champions, una Copa UEFA, dos Scudettos, una Coppa, una FA Cup, dos copas de la Ligue 1 en Francia, una Intercontinental, una Supercopa de Europa, una Supercopa de Francia y tres Supercoppa de Italia, además del doblete que acaba de conseguir con el Real Madrid en la Liga y la Champions.

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DT. Consiguió su quinto título como entrenador del Real. Foto:Reuters

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