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Washington Aguerre está arrepentido y pide disculpas a todo Nacional

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MARCELO BONJOUR

CERRO LARGO

El arquero de Cerro Largo y su pequeño hijo fueron amenazados por Whatsapp; sabe que se equivocó y le pide perdón a los hinchas, dirigentes, técnicos y jugadores tricolores.

Washington Aguerre sabe que se equivocó. Está angustiado y muy arrepentido. Volvió a cometer el mismo error. Le mostró los cinco dedos a la hinchada de Nacional como ya había hecho cuando los tricolores visitaron el estadio Ubilla. Fue expulsado y no estará en el partido del jueves frente a Wanderers. Es consciente que perjudicó a su equipo, que está tercero en la Tabla Anual. Y que con sus actitudes echa por tierra sus buenas actuaciones defendiendo el arco arachán.

Para peor, lo que pasó el domingo en el Parque Central, donde Cerro Largo derrotó a Nacional por 1 a 0, trajo consecuencias. Y de las más dolorosas. El número de teléfono de Aguerre se viralizó esa misma noche y el exaurinegro recibió mensajes de toda índole de los hinchas de Nacional. Lo amenazaron de muerte. A él y a su pequeño hijo de seis años, que nada tiene que ver en el tema.

Ayer, tras la práctica que los arachanes realizaron en El Pinar y antes de emprender el regreso a Melo, Aguerre, muy angustiado, habló con Ovación sobre su arrepentimiento y quiso disculparse.

“Ando pasando por un momento muy complicado. Horrible. No hay excusas, pero fue un momento con la revoluciones a mil y con el festejo no me controlé y no medí lo que estaba haciendo. Ni las consecuencias que podía tener”, admitió.

“Para peor no es la primera vez, ya había pasado cuando jugamos en Melo contra Nacional. Ya han hablado mucho conmigo por este tema: el cuerpo técnico, los compañeros, Carlos Bueno. Fue una lástima lo que hice, no pude disfrutar el triunfo. Estoy pasando por un momento de mierda. No sé como mi número se hizo viral el domingo de noche y recibí muchos mensajes de Whatsapp de hinchas de Nacional, amenazándome a mí y a mi hijo. No entiendo como se hizo viral mi número”, relató el arquero.

“Por un gesto que hice estamos todos pasando un momento muy difícil. Mi hijo vive en Florida y ahora por unos días no va a ir a la escuela, hasta que se tranquilicen las cosas”, explicó sobre Lorenzo.

Conociéndolo, en su club lo venían preparando para el juego ante los tricolores. “Ya venían hablando conmigo días antes de jugar con Nacional. Y estaba tranquilo, venía bien, pero después del partido, con las revoluciones a mil pasó lo que pasó. Estoy muy arrepentido de lo que hice. Carlos Bueno habló conmigo, él tiene el mismo sentimiento que yo por Peñarol, pero su experiencia jugó a su favor. Experiencia y madurez es lo que me faltó a mí. Mi representante (Rafael Monge), me llamó y me dijo de todo. Me cagó a pedos. Y tiene razón en muchas cosas. Estoy muy arrepentido. No voy a negar que soy hincha de Peñarol, pero no tengo nada contra Nacional ni contra nadie. Le quiero pedir disculpas a los hinchas, a los dirigentes, al cuerpo técnico y a los jugadores de Nacional por ese gesto, por ese momento”.

atajada

El técnico intentó contenerlo

Danielo Núñez
"Con las revoluciones a mil"“Danielo (Núñez) me abrazó y me dijo que me fuera para el vestuario tranquilo, que íbamos a festejar allá. Pero yo estaba con las revoluciones a mil y no medí lo que hice ni lo que iba a pasar. Estoy pasando un momento horrible y quiero olvidarlo todo”, dijo el arquero, quien más tarde, ya en la concentración se disculpó con el entrenador y con todos sus compañeros.

No fueron esas las únicas disculpas del artiguense.“Después que me enteré que me habían expulsado se me vino el mundo abajo. Llamé a todos los compañeros y al cuerpo técnico y tuvimos una charla larga. Le pedí disculpas a ellos y les comenté lo que me estaba pasando con las amenazas. Y Carlos Bueno me dijo que me quedara tranquilo que no iba a pasar nada con mi hijo ni con mi familia”.

Aguerre ya no es un niño, tiene 26 años y sabe que es hora de madurar. “Esa noche llegué a la concentración y me encerré en mi habitación. Pensé mucho en lo que hice. No me suma para nada. En lugar de disfrutar del triunfo, sólo se habló de mí y de lo que había hecho. Y eso me puso muy triste, muy mal. Ya tengo 26 años y es hora de dejar de lado esas boludeces, esas bobadas. Esas cosas me restan y lo que yo más quiero es crecer como persona y como jugador y triunfar en el fútbol”, dijo con seriedad. Y miró al futuro.

“Ojalá pueda sentar cabeza y aprenda de los errores. Por mí y por mi carrera, y sobre todo por mi hijo. Hoy me desperté y lo primero que me vino a la cabeza fue mi hijo. Más como se fue todo de las manos hoy. Fijate que mi hijo no tiene nada que ver y está pasando también por este momento. Yo lo llamé después del partido y hablé con sus abuelos, con los que vive. Ellos estaban nerviosos también. Les expliqué todo, pero Lorenzo ya había visto la televisión. La angustia que tengo es muy grande”, culminó.

WANDERERS. Después del partido del domingo frente a los tricolores, el plantel de Cerro Largo regresó a concentrar a El Pinar, donde lo hacen cada vez que juegan en Montevideo.

Ayer por la mañana realizaron un trabajo regenerativo en un complejo del mencionado lugar, almorzaron en el complejo vacacional de UCOT, y emprendieron el largo regreso a Melo.

Es que no hay tiempo que perder, dado que la décima fecha se juega entre semana y los arachanes recibirán en el estadio Ubilla a Wanderers. El lugar del suspendido Aguerre será ocupado por el arquero suplente Ramiro Bentancur.

arachanes

Mañana el presidente Dehl conversará con Aguerre

El presidente de Cerro Largo, Ernesto Dehl, llegará a Melo mañana y mantendrá una conversación con Washington Aguerre. “Me voy a juntar con él, pero me pareció mejor dejar pasar uno o dos días. Luego de la conversación tomaremos, con la Comisión Directiva, una resolución. Tenemos que ayudarlo, lo que puede ser con una sanción”, le dijo el titular de los arachanes a Ovación.

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