En 2018, volvió a pisar el Complejo Celeste y en la mesa de “El dos uno” recordó cómo fue su reencuentro con Tabárez: “No hubo ninguna necesidad de aclarar nada. Cuando fuimos a hablar de lo sucedido, me dijo que eran situaciones comunes dentro del fútbol y que él siendo jugador quizás también reaccionaba de la misma manera”.

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Gargano disputó 34 partidos con la Celeste y vivió desde adentro los mejores momentos del proceso Tabárez. Uno de los que más recuerda es la definición por penales contra Argentina en los cuartos de final de la Copa América 2011, en la que fue uno de los pateadores pese a que no venía de una buena racha. “Cuando terminó todo fui y le pregunté a Tabárez: ‘maestro, ¿usted sabía que yo venía de errar dos penales?’ Y me respondió: ‘Sí, nosotros teníamos todos los datos, pero te vi con la confianza y la claridad para patear’”.

Cuando le consultaron sobre su mejor compañero en el doble cinco Celeste, no pudo elegir entre Diego Pérez o Egidio Arévalo Ríos, aunque no dudó en mencionar a Diego Forlán como el mejor futbolista en su pasaje por la Celeste por su “diferencia física y futbolística”.

Hoy “Cachavacha” es su entrenador en Peñarol, el club del que siempre fue hincha y con el que también tuvo una polémica en las últimas semanas cuando se quejó de la actitud de algunos dirigentes en la negociación de un acuerdo salarial por el parate del fútbol debido al coronavirus: “Fui yo el que salió a hablar y me hago responsable. Son situaciones en las que uno tiene que ser inteligente, como lo venimos siendo con el grupo y los dirigentes, que hemos llegado a un preacuerdo que demuestra que queremos lo mejor para Peñarol”.

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Gargano reconoce que es difícil ser jugador de Peñarol. Sin embargo, el deseo de vestir esa camiseta lo tuvo desde siempre. En 2007, siendo campeón uruguayo con Danubio, se sumó a una iniciativa de Peñarol para saber qué jugador querían sus hinchas que el club contratara. El “Mota” recordó que, junto a unos amigos, fue hasta el Palacio Peñarol con una carta que decía “contraten a Walter Gargano” y estaba firmada por él mismo. “Muchos dirigentes y personas que estaban trabajando en el club no lo podían creer”, recordó entre risas.

Finalmente su llegada al club mirasol se dio diez años después, luego de una vasta trayectoria por Italia y México. Se puso la 8, la que había usado siempre Antonio Pacheco y acerca de eso contó que “fue un placer usar ese número después del ‘Tony’ porque es una persona que admiro mucho. Sin embargo, hoy elijo quedarme con el 23 que es el número que me acompañó en toda mi carrera”.

Si bien el parate por la pandemia de coronavirus le ayudó en su recuperación, Gargano viene de sufrir una dura lesión que es de las más complejas para los deportistas: “Son jugadas de un partido, lo hablé con él y me pidió disculpas. Son cosas que tienen que pasar y me pasó a mí”.

Por otra parte, durante la espera del retorno a los entrenamientos, el “Mota” se volvió una “estrella” del Tik Tok compartiendo divertidos videos junto a su esposa, Miska Hamsik, hermana de quien fue su compañero en el Nápoli, el eslovaco Marek Hamsik. Y también piensa en el futuro, con la idea de conformar un cuerpo técnico junto a su cuñado: “La idea seguir vinculado al fútbol”.