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Volvió Luis Enrique a la selección y no se guardó nada

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Luis Enrique
GABRIEL BOUYS

SELECCIÓN DE ESPAÑA

El técnico regresó a dirigir a España y despidió a su ayudante, Robert Moreno, a quien llamó desleal. "Para mí la ambición desmesurada no es una virtud, es un gran defecto”, afirmó.

El técnico de la selección española recuperó su cargo tras unos meses alejado. Luis Enrique se había bajado de la selección en junio pasado para acompañar a su hijita enferma y a su familia en un momento muy duro. La pequeña Xana, de nueve años, falleció a fines de agosto y ahora, tras pasar el trance más duro, el técnico decidió volver al trabajo.

Y al hacerlo despidió a su ayudante, Robert Moreno, quien lo había sustituido durante su ausencia. Es más, ayer en conferencia de prensa Luis Enrique explicó las razones y asumió toda la responsabilidad. “El único responsable de que Robert Moreno no esté en mi staff soy yo; no es Luis Rubiales, ni Molina (presidente y director deportivo de la Federación Española, respectivamente). En septiembre pasado tuvimos una reunión en mi casa con Moreno, de 20-30 minutos, y percibí que él quería dirigir la Eurocopa. Y me dijo que si yo quería después volvería a ser mi segundo. Para mí su actitud es desleal, yo jamás lo haría y no quiero a nadie de estas características en mi staff. Para mí la ambición desmesurada no es una virtud, es un gran defecto”, dijo sin pelos en la lengua.

El entrenador reconoció, sin embargo, el trabajo duro que había realizado Moreno, que fue quien consiguió la clasificación de España a la Euro, pero que estaba al tanto de que en cuanto Luis Enrique estuviera recuperado y pronto para volver, recuperaría su puesto.

“Dejar que Robert dirigiera la Eurocopa sería lo más falso que podría hacerme. Por no armar un jaleo, aguantar hasta después de la Eurocopa y después de cumplir el contrato que se fuera, pero yo no soy así y me siento orgulloso de no serlo”, afirmó con dureza.

“En la vida las situaciones dan pie a que vayas conociendo a las personas. Es una forma de ver quién es mi amigo y quién no”, continuó.

“En los cargos como los que ostentamos los valores son muy importantes. En lo profesional, nada que criticar a Robert. En lo personal no tenía dudas hasta que las palabras fueron una cosa y los hechos otra muy diferente”.

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