EN EL CENTENARIO

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Uruguay se paró con un 4-1-4-1, haciendo las veces de volante más retrasado Lucas Torreira y con los Brian, Rodríguez, y Lozano, como mediocampistas externos. Por esa vía la Celeste inquietó rápidamente a Perú y a los 10 minutos ya había generado cuatro situaciones claras de gol: tres cabezazos (dos de Maxi Gómez y uno de Godín) y un tiro libre de Lozano que Gallese mandó al córner.

La primera llegada celeste, al minuto, generó la primera polémica: se pidió un penal que no fue porque al defensa incaico le pegó el balón en la mano luego de haberlo golpeado con el pie. Y esa jugada marcó el camino.

A los 16' Lozano se escapó a toda velocidad por izquierda, mandó el centro al medio por donde llegaba Vecino y éste, con un pase sin mirar y con la parte externa del pie derecho, dejó de frente al gol a Brian Rodríguez, quien metió un disparo fortísimo para poner el 1-0.

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Perú intentó presionar un poco más arriba y quitarle espacios a Uruguay, pero los celestes tuvieron la virtud de mover rápidamente la pelota y eso desbarató la intención del rival. Por eso siguieron cayendo jugadas de riesgo para Gallese, la más peligrosa un remate de Lozano desde dentro del área que hizo una parábola increíble y obligó al arquero peruano a volar otra vez para mandar el balón al córner.

Uruguay completó un buen primer tiempo, siendo un equipo dinámico para atacar, pero también para defender, con mucha velocidad en el repliegue, lo que impidió que Perú generara situaciones de gol porque siempre hubo supremacía celeste. Incluso la ventaja pudo haber sido mayor, pero más que el resultado, lo que conformó fue la propuesta de un Uruguay rejuvenecido y renovado.

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Tabárez decidió no hacer cambios para la salir a jugar la segunda mitad. El equipo había funcionado bien y sobre todo había dejado ganas de más, por eso el técnico nada tocó, aunque podría haberlo hecho para administrar energías.

Fueron 15 minutos más en lo que ya la verticalidad de Uruguay no fue tan marcada. Cuando la intensidad comenzó a decaer, el técnico mandó el primer cambio: Nández por Brian Rodríguez. Se fue así el autor del 1-0 y una de las buenas actuaciones que tuvo la Celeste.

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Las variantes continuaron y una de ellas fue la salida de Brian Lozano. Uruguay se quedó así sin el futbolista que fue el motor del ataque. Desde hace rato, más precisamente desde que tanto Tabárez como Gareca comenzaron con las variantes, el partido se desvirtuó y pasó a ser una práctica con gente, la que por cierto llegó en buen número para el estado del tiempo que hubo durante el día (unos 30.000 aficionados) y dio un gran espectáculo jugando con las luces de sus celulares.

Los últimos minutos tuvieron a Perú con un poquito más de protagonismo y algún chisporroteo entre los futbolistas en la cancha, pero poco aportaron al espectáculo. Uruguay demostró que cuando puede jugar lo hace, pero que cuando tiene que defender lo hace mejor. Paolo Guerrero fue anulado y Muslera no tuvo ni una atajada complicada en toda la noche.

La Celeste ganó y eso siempre sirve, pero lo mejor fueron las buenas sensaciones que regaló principalmente en el primer tiempo. Ojalá el martes, en la revancha en Lima, haya más de estas.