No me diga que está sorprendido? Desde que se sorteó el fixture, y así fue escrito, Nacional sabía las dificultades que iba a afrontar en el torneo.
Si llegaba con aire a la octava fecha, luego encontraría el escenario ideal para crecer en la tabla y entreverarse en la pelea por el título.
Y en eso anda. El Apertura no fue medida, por su desarrollo. El Clausura, mucho más "real" para el albo e irregular para todos, lo dejó mal parado en el arranque pero le aseguraba luego, de la fecha ocho a la once, 12 puntos; ya facturó tres y reforzó la confianza.
A UN TOQUE POR LUIS E. INZAURRALDE