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Vistieron las dos camisetas y jugaron el partido más importante

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"Lucho" Romero y el "Pato" Carlos Aguilera en el clásico jugaron en Peñarol y Nacional

CLÄSICO

Luis Romero y Carlos Aguilera jugaron en Nacional y en Peñarol y recuerdan cómo se vivían los clásicos en cada una de las tiendas.

A lo largo de la historia fueron muchos los futbolistas que tuvieron el privilegio de vestir las dos camisetas más populares de Uruguay. Y aunque podían ser hinchas de uno, actuaron con profesionalismo y dejaron todo en el otro.

Tal fue el caso de Luis Romero y Carlos Aguilera. Ambos ganaron entre los dos equipos cinco Campeonatos Uruguayos. El “Lucho” vistió la aurinegra entres etapas diferentes y fue Campeón Uruguayo en tres años del Quinquenio. Pero luego supo vestir la tricolor y festejó el título Uruguayo en dos oportunidades.

“Se vive muy distinto de un lado y del otro. En Peñarol el nivel de estrés era muy alto, al menos cuando yo estaba. Sólo se hablaba del partido, no se pensaba en otra cosa. Mientras que en Nacional era todo más distendido, a pesar de que se tomaba con la misma seriedad. Se disfrutaba más el momento, se respiraba otro ambiente. En Peñarol la responsabilidad era muy grande. Quizás por el Quinquenio, pero yo lo sentí desde el primer año, cuando llegué. Te dejaban claro que el clásico era decisivo y marcaba muchas cosas, incluso para los jugadores”, contó Romero quien llegó al equipo aurinegro de Basáñez.

lucho

“Yo estuve como tres meses de suplente porque los que jugaban era Darío Silva y el ‘Marujo’ Otero, que andaban muy bien. Fue como un proceso y eso me ayudó mucho porque me encontré con una realidad muy diferente. Lo que te brindaba y lo que generaba Peñarol era impresionante”, añadió. Y pasó a recordar los clásicos que lo marcaron: uno de cada lado.

“Recuerdo uno en 1995 que ganamos 1 a 0 con gol mío. Debutaba el ‘Popi’ Flores y estábamos con diez. Disputé una pelota con el zaguero, le pegué de zurda y entró picando. Fue mi primer gol clásico”, relató.

“En Nacional me marcó muchísimo el clásico en el que entré faltando 18 minutos y ganamos 3 a 2 con dos goles míos. Fue parecido al 4 a 3 y al 3 a 2 del Quinquenio, aunque la dimensión era otra”, recordó quien cuando llegó a Los Céspedes no fue recibido muy bien. “Los de seguridad me advirtieron que ahí no iba a ir a robar la plata, los paré en seco porque todavía no había jugado y ya me estaban diciendo que iba a robar la plata. Después terminamos teniendo terrible amistad”.

PATO. Carlos Aguilera, por su parte, jugó en Nacional en tres diferentes momentos y 10 meses después de salir de Los Céspedes y tras un breve pasaje por Tecos de México, se puso por primera vez la camiseta de Peñarol. Fue Campeón Uruguayo con ambos equipos: con Nacional en 1983 y con Peñarol cuatro veces durante el Quinquenio.

“Dejé el contrato en Tecos, tenía tres años. Le avisé a los dirigentes, agarré la valija y me vine porque quería jugar en Peñarol”, recordó Aguilera.

“Fueron experiencias diferentes, entre otras cosas porque en Nacional jugué en la década del 80 y en Peñarol en los 90. En Nacional era más reservado, cada uno se iba a su habitación. En Peñarol era más como una familia, además estuve el año en que se ganó el Quinquenio, que ayer hizo fecha. Son cosas que uno no se puede olvidar”, contó.

pato

“Yo soy un agradecido a Nacional. Hay algunos que dicen que se arrepienten de haber jugado en tal cuadro porque era hincha del otro. Yo no. Cuando llegué a Peñarol no sabía con que me iba a encontrar porque diez meses antes estaba en Nacional. Más de cincuenta hinchas aparecieron en Los Aromos a hablar conmigo: imagináte mi situación. Pero me dijeron que a partir de ese momento ya no era más el ‘Patito’, sino ‘Pato’ y que me venían a dar la bienvenida. No lo esperaba”.

Sin embargo, al principio le costó. “Cuando llegué venían de ser campeones en el 87 y en el 88 no andaba bien. En mis primeros seis meses lo único que hacía era correr atrás de la pelota. Jugaba como un hincha. Hasta que una vez Nelson Agresta me vio jugar en la cancha de River, me llamó y me dijo que me sacara el hincha de arriba. Y en el 89 terminé siendo goleador de la Libertadores y me vendieron a los ocho o nueve meses”, recordó y contó que los clásicos que más lo marcaron fueron el 4 a 3 y el 3 a 2 del Quinquenio. Y un gol en el que pateó y Zalayeta anotó con la panza. “Decían que ganábamos al pelotazo o con pelota quieta. Pero nos hacían faltas porque sino los metíamos adentro del arco. Ese equipo jugaba muy bien al fútbol”.

EL DOMINGO. Ambos compartieron su impresión de cara al clásico del domingo. “Nacional llega con ventaja tras el partido que ganó en el Paladino y le sirven dos resultados. La Tabla Anual es muy importante. Creo que Peñarol lo va a salir a buscar porque si gana el clásico se puede quedar con todo. El clásico va a ser la vara para saber si se puede quedar con todo”, dijo Aguilera.

“A cualquiera de los dos le ha costado: han ganado por un gol y con decisiones polémicas a veces, pero el clásico es siempre diferente. Y hay muchos factores que inciden en los jugadores, para bien y para mal”, dijo el “Lucho”, quien sabe bien que él fue un jugador clásico. “Hay jugadores que influyen en propios y contrarios. Cuando yo llegué a Nacional el equipier me contaba que cuando veían a Bengoechea levantarse el short en una pelota quieta y a mí tomando carrera y se empezaban a persignar”.

alzamendi

Al "Hormiga" lo marcó uno de cada lado

Antonio Alzamendi defendió a Nacional y a Peñarol. Con los aurinegros fue campeón y terminó como goleador en 1985. “Me sentí muy bien en los dos lados. Recibí el cariño de la gente y tengo amistades en los dos equipos. Siempre me respetaron y los respeté en los dos clubes”, aseguró el “Hormiga”.
“Los clásicos se viven de la misma manera en los dos. Es lo máximo para un jugador, son esos partidos que hay que ganar sí o si, aunque el empate muchas veces te deja tranquilo”, añadió. “Los que te marcan son los que ganás. En Nacional me marcó uno que ganamos con gol de Washington González para ganar el campeonato Centenario. Y en Peñarol cuando le anoté a Nacional en el último partido, fuimos campeones y terminé goleador”, recordó.
“El del domingo lo veo muy parejo. Históricamente Nacional tiene más juego, pero todo cambia en un clásico”, culminó el duraznense.

el loco

Omar Pérez: Los golazos del "Pollo" Olivera

Omar Pérez, el “Loco”, jugó en Nacional y en Peñarol. “Estuve en Nacional siendo muy joven, en Peñarol lo viví diferente porque soy hincha. Sin desmerecer a Nacional, donde fui Campeón Uruguayo, le estoy agradecido y tengo mucho amigos”, afirmó Pérez.
“El clásico que más me marcó fue el del 2008. El 4 a 2, con dos golazos del “Pollo” Olivera, uno de Carlitos (Bueno) y otro del Tony. Además era el día del padre, una tarde divina, el estadio repleto y fuimos contundentes”, recordó.
“Los clásicos son todos diferentes. Creo que el domingo que viene el que cometa menos errores va a marcar la diferencia. Ya no hay jugadores como los de aquella tarde el “Pollo” Olivera venía de Europa, igual que Darío Rodríguez. Y Bueno estaba intratable. Ahora hay muchos jóvenes. En Nacional esta Bergessio y después Ocampo o Vecino, pero son pibes que recién empiezan. Y en Peñarol es lo mismo. Ahora levantó el ‘Cebolla’ y está Xisco. Están muy parejos”, dijo quien lo verá por televisión porque al mediodía irá a ver a su hijo Mateo, que juega en Danubio.

"mosquito"

Heberley Sosa: lo marcaron dos derrotas

 Heberley el “Mosquito” Sosa es uno de los tantos futbolistas que defendieron las dos camisetas. “Se viven de la misma manera estando en Peñarol o en Nacional. Son partidos diferentes y no hay favoritos. Es el partido que los jugadores y la gente están esperando. Y en la cancha se juega más fuerte que en cualquier otro partido. Con mucha intensidad y con más corazón que otra cosa”, contó el técnico alterno de Cerro Largo.
Insólitamente los dos clásicos que lo marcaron fueron derrotas. “Uno en el 96 con Fossati. Yo estaba en el banco, pero Nacional lo dio vuelta y nos ganó 2 a 1. Abeijón hizo el gol de la victoria”, recordó el “Mosquito”.
“En Nacional me quedó uno en que también estuve en el banco. Nos ganaron 4 a 2, con dos goles de ‘Miliki’ Jiménez y Bengoechea otros dos. Me quedaron las derrotas, será porque nunca me lucí mucho en los clásicos”, admitió.
“Esta vez llegan muy parejos. Y ninguno de los dos se va a guardar nada. Muchas veces los clásicos son feos, creo que este va a ser diferente, lindo y con varios goles”.

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