Publicidad

Violetas y franjeados tienen una parada difícil

Compartir esta noticia
Leonardo Ramos y Eduardo Acevedo. Foto: Gerardo Pérez
Archivo El Pais

Muchas gracias...!!! Te pasasteeee!". Con esas palabras y un fuerte abrazo, Leonardo Ramos estrechó a Eduardo Acevedo, el técnico de Defensor que había logrado "revivir" a Danubio con un resonante triunfo ante Nacional.

Acevedo se río, aceptó la bienvenida, y se sentó junto a Leo en la mesa, y café mediante, empezaron a hablar de fútbol. Del clásico, por supuesto, pero también de lo que están viviendo en sus clubes.

"Es una semana distinta, pero desde lo emocional, en lo que tiene que ver con el trabajo, con los entrenamientos, no cambia nada respecto a otras semanas. Varía el ánimo. Uno ya lo nota en los jugadores, llegan motivados, saben que se viene un lindo partido", suelta Leo Ramos y rompe el silencio.

"Es tal cual. El otro día, después que se le ganó a Nacional, casi ni se festejó en el vestuario. Ya los jugadores empezaron a hablar de este partido. Que se venía Danubio y había que preparase con todo para el clásico", apuntó Eduardo Acevedo.

Leo y Eduardo largaron con todo. Saben que el partido va a ser una gran pulseada entre dos equipos que se acostumbraron a pelear arriba, a ganar títulos y a ser protagonistas.

"Es de esos partidos que a uno le gusta planificar y estudiar. Hay que estar en todos los detalles, y eso es lo bueno, que te mantiene alerta, con todos los sentidos, tratando de ver cómo llegan tus jugadores, qué equipo vas a formar, y también pensar en el rival", dice Leo.

"A mí me encanta esta seguidilla de partidos complicados. Me encanta... de verdad. La motivación es mayor, y da gusto ver al grupo entrenando, preparándose para lo que se viene", agrega Eduardo.

"Es cierto. Yo creo que el jugador de Danubio, además, se agranda cuando tiene que jugar con los grandes y con Defensor, es otro desafío, y como les gusta pasar por esas pruebas que siempre son exigentes, es una semana bárbara", comenta Leo.

"Me tocó dirigir a Danubio también y sé cómo se vive del otro lado. Yo tengo mucho respeto hacia Danubio, hacia su gente, y cuando me tocó jugar contra Defensor no me sentí cómodo, fundamentalmente, por lo que podía pensar el hincha de Danubio. Por suerte, empatamos (1-1) e hicimos un buen partido. No hubo nada que reprochar", dice Acevedo.

"Yo siempre estuve en el club. Y sé cómo se palpita. Pero también sé que son clásicos diferentes, hay mucho respeto, no sólo entre los jugadores, las dirigencias se unen, tienen encuentros, es una relación más fluída, y en las tribunas no hay casi líos. Es un partido lindo, que todos queremos ganar, pero la rivalidad viene desde abajo, de las formativas, y como por lo general son clubes que ascienden a sus jugadores, esa rivalidad después se extiende en Primera División", agrega Ramos.

Para ambos, es una nueva oportunidad de sumar. Claro, van a ser tres puntos con un sabor especial.

"Venimos bien. Cuando salimos campeones uruguayos, perdimos tres partidos, empatamos dos.. y por ahora llevamos uno empatado. Capaz que se da... ", tira Leo encima de la mesa.

"Nosotros repuntamos. Sinceramente, por lo que hicimos, por los partidos que jugamos, creo que merecemos tres o más puntos en la tabla... pero bueno, hay que tratar de sumar", agrega Acevedo. Los dos tienen una gran pulseada. Y lo saben.

Acevedo: "La gente te lo hace sentir".

Eduardo Acevedo recuperó la sonrisa en pocos minutos, y le dura. Tuvo su desahogo después de esa notable reacción del violeta ante Nacional, en un partido que para él, va a quedar en la historia. "Yo creo que con el paso del tiempo se va a valorar más lo que se logró. ¡Levantamos un 0-2 a Nacional! Si hubiese sido al revés se habría hablado toda la semana, pero como ganó Defensor, quedó ahí nomás", tira socarronamente el entrenador de los violetas, que apronta de la mejor manera el partido clásico ante Danubio. "Para mí es un partido especial, porque para los hinchas es especial. Principalmente para los jóvenes. Es que yo creo que para los más grandes, para los veteranos, los partidos clásicos de Defensor siguen siendo contra los grandes, porque fue Defensor el que torció la historia, el que cambió la historia del fútbol uruguayo. Y eso no se olvida", dice con propiedad un hombre que nació en el club. "Nosotros lo vivimos como clásico, la gente te lo hace sentir así, y hay que ganarlo".

Ramos: "nunca me pasó algo así".

Leo Ramos está sorprendido por este presente que le toca vivir en Danubio. "No sé qué cambió, pero ahora me está pasando algo que sólo me había pasado en River argentino o en Estudiantes de la Plata. La gente me para, me pide fotos, un autógrafo ¡yo que sé! nunca me había pasado algo así acá en el Uruguay", dice con una sonrisa, y agrega: "debe ser porque le estamos peleando el campeonato a Nacional, no se me ocurre otra cosa, porque yo estuve antes en Danubio y aún siendo Campeón Uruguayo, no lo había vivido", resalta el entrenador albinegro.

"Nuestro objetivo sigue siendo el mismo y no es otro que salir campeones. Sabíamos que iba a ser un campeonato duro, peleado, y se está viendo. Pero no sólo para nosotros, para todos. Yo confío en que Nacional puede dejar algún puntito de aquí en adelante. Muchos dan por liquidados a Boston River y Juventud, pero son equipo difíciles, que juegan bien al fútbol y por ahi terminan dando una sorpresa. Hay que esperar, yo confió en los míos".

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Leonardo Ramos y Eduardo Acevedo. Foto: Gerardo Pérez

CAMPEONATO URUGUAYO ESPECIALJOSÉ MASTANDREA

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad