Con goles de Hernández (72') y Urruti (90'), Cerro lo dio vuelta y le gana a Tacuarembó en un partido clave por el descenso. El albiceleste se lleva una victoria vital para seguir soñanado.

Cerrooo... Cerrooooo carajoooo!!!”, el grito salió del alma de esos pocos hombres cerrenses que fueron autorizados a mirar el partido desde el Palco Oficial. Dirigentes-hinchas, por sobre todas las cosas. De esos que sufren y gozan según le valla a su equipo, de esos que siempre están, de los que nunca fallan, de los que laburan y dejan todo por el club de sus amores.

En la cancha, todos corrían detrás de Urruti. Todos. Era el minuto 90, y el “Tito”, que había ingresado en el segundo tiempo junto con Aníbal Hernández, había dado vuelta un partido que parecía imposible de ganar.
Es que Tacuarembó fue duro. Un rival tremendo, de esos que dan pelea. Y fue el visitante, precisamente el que pasó al frente en el marcador a los 57 minutos con gol de Siqueira.

Pero Cerro se olvidó de todo y apeló al alma. Y fue. Hasta que Aníbal Hernández empató a los 72’ tras un borbollón, y en la hora, Urruti logró el milagro a puro corazón. Por eso el grito: “¡¡Cerrooo... Cerroooo carajo!!”.

EN EL TRÓCCOLIJOSÉ MASTANDREA