Ángel no quiso culpar a ninguna de las partes involucradas en la transferencia y dijo simplemente que había sido un mal manejo de la situación. "Ahora tengo que poner la cabeza otra vez cien por ciento en Peñarol.
Levantarme y seguir adelante, no queda otra. Son cosas que pasan en el fútbol", dijo el volante, quien afortunadamente tiene compañeros y amigos que lo apoyan en un momento que fue bastante difícil para él. Entre ellos un viejo conocido: Ronaldo Conceiçao. El zaguero, que acaba de incorporarse y ayer volvió a sumar minutos en Curitiba como ya había hecho frente a Plaza, fue compañero de Ángel en River Plate y se reencontraron ahora en Peñarol.
Están siempre juntos y las constantes bromas del brasileño ayudan al volante a dejar atrás rápidamente la amargura por la transferencia caída atrás.
Ronaldo no es el único que lo apoya. "Yo pasé por lo mismo, estuve muchas veces por irme y no se daba. Son cosas que pasan. Tiene que estar tranquilo y meter la cabeza en Peñarol porque necesitamos de todos para sailr del mal momento del semestre pasado", dijo Guzmán Pereira, quien juega en su mismo puesto.
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