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Veteranos: la carrera de los técnicos y el día del adiós

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Jupp Heynckes. Foto: archivo El País.

FÚTBOL

Algunos tienen la fortuna de seguir estrujando con pasión el preparar un partido y logran estirar su campaña con éxitos.

Para los devotos de la pelota, los que crecieron corriendo detrás de ella, los que soñaron con tener un estadio rendido a sus diabluras, cabezazos ganadores o vuelos milagrosos, el fútbol es todo. Su encanto los atrapa sin tregua, les arranca suspiros, les genera interminables emociones. Y, queda claro, que muchas veces, como lo marca los antecedentes, les es difícil distinguir el momento exacto en el que hay que dejarlo. O tomar distancia.

Hay unos elegidos, el grupo se va reduciendo con el paso del tiempo, que consiguen extender su carrera dentro de la cancha para frustrar a los que aseguran que la vida del futbolista es demasiado corta. Hay otros, con más fortuna todavía, que siguen chupando rueda y consiguen extender el disfrute del deporte desde el banco de suplentes, pero con otra función.

Para ellos nunca hay un mañana en el que se anuncie el adiós, nunca queda poco porque se sigue estrujando con pasión el preparar un partido. Imaginarlo. Entregar señales que ayuden a seguir encontrando brazos victoriosos. Y, si todo anda bien, seguirán encontrando días, meses y años gloriosos.

La pelota es tan mágica, que sigue permitiéndole a muchas personas demostrar que la edad no es un impedimento para triunfar.

No hay mejor ejemplo, para demostrar esto, que el de un hombre que se convirtió en leyenda dentro del Bayern Munich. Josef Heynckes, más conocido como Jupp Heynckes, que nació el 9 de mayo de 1945, a la edad de 68 años conquistó el triplete con el Bayern Munich (campeón de Bundesliga, Champions League y Copa Alemana en la misma temporada). No conforme con eso, se fue y regresó para la temporada 2017/2018. A los 73 años volvió a ganar la Bundesliga.

¿Se ha replicado un suceso de esta naturaleza? ¿Hay edad para el retiro de un entrenador? La respuesta no puede ser definitiva y generalizada. No hay un colectivo ganador por los años que se tengan ni nada que ponga el acento en una fecha determinada para que los conductores bajen la cortina.

La gran medida estará dada por su capacidad para adecuarse a los cambios, su fuerza mental, su condición física y hasta por la respuesta que consiga de sus dirigidos.

Es claro que el fútbol ha entregado, y lo seguirá haciendo, ejemplo de veteranos ganadores. Y a quienes el paso del tiempo no les pasa factura.

Por ejemplo, el belga Raymond Goethals supo ganar la Champions League con el Olympique de Marsella en 1993 cuando tenía 71 años. El oriundo de Bruselas que vivió hasta los 82 años hizo historia porque fue el primer entrenador en ganar un trofeo europeo con un club francés.

Además, a los 69 y a los 71 años fue distinguido con el premio al mejor técnico europeo del año.

No hay que ir muy atrás en el tiempo para encontrar otro suceso deportivo que involucró a un entrenador sexagenario. Los héroes de Leicester City rompieron con todos los pronósticos en la Premier League bajo la conducción técnica de Claudio Ranieri.

A los 64 años el italiano que dirigió a la Juventus, la Roma, el Inter, entre otros grandes clubes, terminó consiguiendo el mayor logro de su carrera justo cuando para muchos podría haber comenzado a recorrer el camino del adiós.

Además, Ranieri terminó quedándose con el premio The Best de la FIFA en el año 2016. Hoy, a los 67, todavía dirige al Fulham de la Premier League.

Pero no todos pueden jactarse de no sufrir las crueles agresiones de las derrotas que hasta amenazan con pasar al olvido aquellos días felices.

Del otro lado del Río de la Plata, por ejemplo, la sucesión de malos resultados le puso fin a la carrera de una leyenda de Racing: Alfio Basile.

El “Coco” se marchó en 2012 y con la frase que se ganó muchos títulos: “No dirijo más”. Lo hizo cuando tenía 67 años.

Más grande aún, por lo que terminó consiguiendo en sus primeros ciclos, es el impacto que originó la determinación de Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors, de ponerle punto final a la vinculación de Carlos Bianchi con el xeneize. En 2014, y a los 65 años, Bianchi fue despedido de la institución que en el pasado había sabido llevar a ganar cinco torneos internacionales (tres Copas Libertadores y dos interncontinentales). El paso del tiempo castigó al hombre que había tocado el cielo con las manos.

En Brasil también hay un registro doloroso para un entrenador veterano y que en el pasado había sido venerado. A los 66 años, Luiz Felipe Scolari, quien había sido campeón del mundo con la selección en 2002, terminó recibiendo la peor goleada en la historia del fútbol de su país y en el marco del mundial que organizaba. Los siete goles de Alemania son una mancha tan grande y tan dolorosa como la de la derrota en 1950 ante Uruguay.

No puede desconocerse que, como también suele ocurrir con los futbolistas, hay algunos entrenadores que hicieron una lectura diferente y resolvieron ponerle fin a su carrera cuando todavía tenían mucho tiempo por delante.

Quizás el más rutilante sea el de Johan Cruyff. El líder de una escuela futbolística, a la que muchos terminaron adhiriéndose, le dijo adiós al fútbol a los 49 años. Y lo hizo nada menos que desde el FC Barcelona.

Para Pelusso, el objetivo de la Celeste ya se terminó

Gerardo Pelusso, en la edición del Ovación del pasado domingo, entregó una opinión en la que dejó en claro que para algunos entrenadores hay etapas en las que se precisa estar con mucha energía. “Dirigir la selección ya no es mi objetivo. Soy realista, hay momentos para todo. Voy a cumplir 65 años y en la Selección hay un proceso que recién se está iniciando por cuatro años más. ¿Cómo voy a dirigir la selección con 70 años?”.

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