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Venía todo tan bien...

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Danubio realizó un gran partido que quedó empañado por su flojo final: Matos y Cetto dieron vuelta el tanto de Castro en apenas dos minutos. Mirá los goles:

Un planteamiento casi perfecto. Orden, disciplina táctica, despliegue físico, actitud y, sobre todo, personalidad. Danubio, como Wanderers en su estreno esta semana en la Libertadores, imponía su autoridad ante el campeón de América.

El hincha se relamía. Por todo, por el juego y por el resultado. Estaba a pedir de boca ante el promocionado San Lorenzo de Tinelli. Sin embargo, en dos minutos (entre el 86’ y 87’), después de sufrir los últimos 15 porque las piernas ya no respondían y el equipo de Maroñas había perdido el control, se quedó sin nada. Sin triunfo, sin puntos y con el dolor de la derrota -potenciado por la forma en que cayó-, el campeón del Uruguayo empezó mal su recorrida por la “súper serie” de la Copa.

Al revés de lo que le sucedió a Wanderers, que en el cierre del partido encontró la reacción y, luego, la recompensa ante Zamora, los dirigidos por Leonardo Ramos, dibujaron una gráfica inversa: empezaron en gran forma, con una propuesta que le permitió manejar el partido a su antojo. Con “Nacho” González de doble cinco lanzando y con un gran despliegue físico de todos los jugadores para hacer del planteamiento táctico una obra casi perfecta y un equipo compacto.

San Lorenzo no encontraba huecos y Danubio, por las bandas o por el medio, llegaba con peligro. Avisó Sosa con un tiro libre a los 3’ y a los 10’, los de Maroñas diseñaron la jugada perfecta, que empezó con un robo de Peña y siguió con pases precisos y milimétricos, que tomaron mal parada a la defensa rival y que tuvo como broche de oro un golazo de Matías Castro, definiendo ante tres defensores.

Después, por un rato fue el turno del juvenil Torgnascioli, de gran partido, que le dio al equipo la seguridad que necesitaba. Locales y visitantes alternaron acciones de riesgo. Lo tuvo Castro dos veces, una a los 29’ y otra a los 48’, pero salvó Torrico. Lo tuvo y no supo liquidarlo, y ahí empezó a despilfarrar las reservas.

Porque el partido cambió el rumbo sobre el final. Danubio se quedó sin piernas, y San Lorenzo encontró los espacios, los errores y el hándicap para mostrar su chapa. Bauza cambió con sus variantes. Mussis, que ingresó para darle otro ritmo al equipo, tuvo el gol a los 77’, pero salvó el golero franjeado. Y después entró a tallar la suerte: a los 81’ se lo perdió increíblemente Blanco y a los 84’ Cotugno salvó justo en el área chica. Después la debacle. Goles de Matos y Cetto le pusieron al partido el final que Danubio no quería, y por el que había hecho tanto.

Danubio 1 - 2 San Lorenzo

Danubio: Torgnascioli; Peña, De Los Santos, J. Pereyra, Cotugno; Pereira, I. González, Sosa (63' Silvera), Tabárez (56' Ghan); Fornaroli (74' Barreto) y Castro. DT: Leonardo Ramos

San Lorenzo: Torrico; Catalan, Cetto, Caruzzo, Mas; Villalba (58' Cauteruccio), Mercier (63' Barrientos), Ortigoza; Romagnoli (71' Mussis); Blanco y Matos. DT: E. Bauza.

Goles: 10' Castro (D), 85' Matos (SL), 87' Cetto (SL)

Árbitro: Enrique Cáceres, D. Gaona y E. Cardozo (terna de Paraguay)

Tarjetas amarillas: Blanco (SL), Cetto (SL), Peña (D), Cauteruccio (SL), Ortigoza (SL), Cotugno (D)

Estadio: Centenario.

EN EL CENTENARIOLUIS EDUARDO INZAURRALDE

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