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Un Uruguayo en Tenerife

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Maximiliano Pérez

Maximiliano Pérez está como en su casa, disfruta de la isla y hace goles casi todos los fines de semana.

Maximiliano Pérez llegó a Tenerife, la mayor de las siete islas Canarias, los primeros días de agosto del año pasado. Jugaba en Fénix y la chance surgió de un día para el otro. En realidad estaba analizando otras posibilidades, cuando su representante, Jorge Chijane, le dijo que lo habían llamado de Tenerife, que el técnico lo quería, pero que tenían que responder rápido. "Me llamaron el 29 de julio, y el 2 viajé", contó Maximiliano a Ovación desde su domicilio en avenida Marítima, frente a una de las hermosas playas de Santa Cruz, la capital de la isla.

No le costó adaptarse porque asegura que vivir en Tenerife es como estar en Montevideo. "Hay muchísimos uruguayos y argentinos. Vas al súper y tenés yerba de todo tipo. Para elegir. Incluso la gente de la isla no habla como los españoles, no pronuncian la zeta. Hablan como los latinoamericanos. Parecido a los venezolanos, los cubanos y hasta nosotros mismos. Es como una mezcla", explicó el delantero que lleva anotados cinco goles en los últimos seis partidos de Tenerife.

Tampoco le costó acostumbrarse al fútbol, pero el técnico lo ponía como volante. "Y acá en el fútbol español el volante corre muchísimo y marca. Y ese nunca fue mi fuerte. Yo corría un disparate, pero tenía poca llegada al arco. Después vino este técnico nuevo, Raúl Agné, vio que era rápido y me empezó a poner de delantero", relató. En su primer partido como atacante hizo un gol. Y siguió.

Es la primera experiencia europea del delantero que nació en Argentina, pero de padres uruguayos y cruzó el charco siendo muy pequeño. "En esta categoría (Liga Adelante) se marca mucho, en Primera hay más espacios para jugar. Siento que acá crecí mucho, maduré. Este fútbol te hace diferente. Es profesionalismo-profesionalismo, no te dejan tanto margen a la espontaneidad. En el fútbol sudamericano se disfruta más y podés hacer en el partido lo que se te antoja, acá no. El fútbol europeo es paro y toco, paro y toco. Incluso los entrenamientos son así. Yo no tenía esa costumbre y me gusta jugar con la pelota, pero me acostumbré. Y me ha mejorado, me parece a mí".

Pérez tiene contrato hasta junio, pero con tantos goles, los periodistas y la hinchada han comenzado a insistir con que tiene que seguir en el club. "Al principio no se decía nada, pero ahora los periodistas, que acá son bravos y te buscan la boca todo el tiempo, se pasan diciendo que me quieren renovar. Intento no decir nada. Me gustaría quedarme, pero antes quiero terminar de la mejor manera y luego ver. Por ahora no me preocupo".

Con el técnico anterior, y Pérez jugando como volante, el equipo estaba prácticamente en zona de descenso, pero ahora se ha recuperado, en parte gracias a los goles uruguayos. Hoy Tenerife está a ocho puntos del Zaragoza, que es el último dentro de la zona de playoffs. Quedan aún diez fechas del torneo de ascenso, y pretenden alcanzarlo.

"Maxi" tiene claro que vive en un paraíso. "Es un lugar maravilloso, tenés playas para todos los gustos, hasta con arena negra y el volcán Teide, que es la altura mayor de España. Subí y es precioso. El día que fui, hacía un calor impresionante y el volcán estaba todo nevado. Subiendo hay varios parques forestales y como a los 2.500 metros hay un aerocarril que te sube 1.000 metros más. Por suerte hace mucho que no entra en erupción, pero si vas por un camino armado que hay arriba, las piedras están calientes y sale humo", relató el delantero.

Agustín superó a su padre: ¡40 goles!

El delantero tiene dos hijos: Agustín, de nueve años, y Candela, de dos años y medio. Ni a ellos ni a su madre les costó adaptarse a Tenerife. Agustín hizo primer año de escuela en México, cuando su padre jugaba en Necaxa, segundo en Montevideo y tercero en Tenerife. Y siempre con las máximas notas. "Nos trae casi todo 10, que es la mejor nota. Estamos muy orgullosos", contó "Maxi". Agustín juega en el "Caco San Luis". Es zurdo y enganche. "Siempre digo que el enano es un crack, no como el padre. Lleva 12 partidos jugados y ¡40 goles anotados!".

Los festejos de sus goles son siempre mirando al cielo.

Maximiliano Pérez es un hombre de fe, por eso siempre festeja sus goles mirando al cielo y también como recuerdo para su hermana. El último se lo anotó al Barca B. Entre él y el otro uruguayo, Diego Ifrán, llevan anotados 15 goles en los 32 partidos de Liga Adelante (Segunda División de España), que se han disputado. Entre ambos han marcado la mitad de los goles de Tenerife.

Desembarcó en europa tras defender ocho camisetas.

El ex Fénix en conferencia de prensa tras uno de los partidos en los que convirtió. El delantero, que tiene 28 años, se inició en el albivioleta y también defendió a Rosario Central de Argentina, Defensor Sporting, Rangers y Everton de Chile, San Martín de San Juan de Argentina, otra vez Fénix, Peñarol, Necaxa de México, nuevamente Fénix y ahora Tenerife, en su primera experiencia europea.

Con diego ifrán forman la dupla atacante y de mate.

"Maxi" comparte la dupla atacante con Ifrán, quien llegó al club un día después que él, pero con experiencia española. Los dos jugaron juntos en la Cuarta de Fénix; en el campeonato de la B y ascendieron juntos. Ese conocimiento de la dupla uruguaya le está dando muy buenos resultados a Tenerife. "Diego ya estaba en España y me puso al tanto de todo. Ha sido una gran ayuda para mí".

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