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Uruguay tiene cuatro títulos mundiales según las normas de la propia FIFA

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LAS ESTRELLAS

En 1914 se decidió dar valor universal a los torneos olímpicos si se jugaban con el reglamento de la FIFA, lo cual ocurrió en 1924 y 1928

Lanoticia de la intimación de la FIFA a la marca Puma, proveedora del equipamiento de la Selección uruguaya, para que quite de la camiseta dos de las cuatro estrellas sobre el escudo, que simbolizan los cuatro títulos mundiales de la Celeste, sorprendió a incluso molestó al ambiente del fútbol local.

“Estamos trabajando para revocar la decisión de FIFA o que reconozcan que los Juegos Olímpicos son considerados como campeonatos mundiales. Uruguay va a hacer valer con argumentos torcer esta decisión de FIFA”, declaró Jorge Casales, director de competiciones de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) al programa ¿Usted qué opina? de Sport 890.

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La nota del famoso periodista francés Gabriel Hanot llama a los celestes "campeones del mundo".

La defensa de los cuatro títulos mundiales celestes ha sido una de las preocupaciones centrales de la Asociación de Historiadores e Investigadores del Fútbol Uruguayo (AHIFU), que anunció su disposición para trabajar el tema junto a la AUF.

Esas cuatro estrellas figuraban en la casaca con el aval de la propia FIFA, en reconocimiento al valor de campeonatos mundiales de los torneos olímpicos de fútbol de París 1924 y Ámsterdam 1928 obtenidos por

Uruguay.
El “Reglamento de equipamiento” de la FIFA señala en su artículo 15.1: “Las asociaciones miembro cuyas selecciones absolutas femeninas o masculinas hayan ganado una o varias ediciones anteriores de la Copa Mundial de la FIFA™, la Copa Mundial Femenina de la FIFA™, la Copa Mundial de Fútsal de la FIFA o la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA podrán exhibir en el uniforme que utilice su selección una estrella de cinco puntas”.

Sin embargo, las cuatro estrellas estuvieron allí desde 1992 y la FIFA no formuló objeciones a su uso en las rondas finales de la Copa del Mundo de 2002, 2010, 2014 y 2018.

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El diario L' Auto de Francia, antecesor de L´Equipe, destacó que Uruguay era campeón del mundo en 1924.

TRASFONDO. La equiparación de las medallas de oro olímpicas de 1924 y 1924 a títulos mundiales de la FIFA no es una interpretación antojadiza de la AUF, sino que responde a normas del propio organismo internacional en ese momento.

Desde su fundación en 1904 la FIFA aspiró a organizar un “gran campeonato internacional”, pero pronto comprendió que no le resultaría fácil. Por eso, cuando celebró su Congreso de 1914 en Cristianía (hoy Oslo) resolvió que el torneo olímpico de fútbol representaría esa competencia mundial mientras no estuviese en condiciones de organizarla por su cuenta, con una importante aclaración. “Bajo la condición de que el Torneo Olímpico se organice en concordancia con el Reglamento de la FIFA, la competición será reconocida como Campeonato Mundial de Aficionados”, se indicó.

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La prensa uruguaya, como El País, habló en forma unánime de "campeones del mundo".

El Torneo Olímpico siguiente fue el de Amberes 1920, que ganó Bélgica. Sin embargo, este país nunca se proclamó campeón mundial porque el certamen no fue organizado por la FIFA. En cambio, la AUF, la prensa uruguaya y buena parte de la prensa internacional consideraron siempre que Uruguay tenía cuatro títulos mundiales, contando París 1924, Ámsterdam 1928, Montevideo 1930 y Brasil 1950, pues en las citas olímpicas de 1924 y 1928 se cumplió la condición autoimpuesta por la FIFA, además de contar por primera vez con selecciones de todo el mundo y no solo de Europa, como había ocurrido hasta entonces.

CONTUNDENTE. En los Juegos de París 1924, el campeonato de fútbol fue responsabilidad directa de la FIFA y de la Federación Francesa de Fútbol, comandados ambos por el dirigente Jules Rimet, quien también formaba parte del Comité Olímpico. El autor franco-uruguayo Pierre Arrighi investigó el tema en los archivos de la Federación Francesa y presentó contundentes pruebas en su libro 1924. Primera Copa del Mundo de la FIFA (2014).

“En 1921, después de tomar la decisión de organizar la 8ª. Olimpíada en la capital francesa, el Congreso Olímpico reunido en Lausana ratificó la transferencia completa de los poderes deportivos a la federaciones internacionales, incluyendo las admisiones y los reclamos”, indicó Arrighi.

Así, la FIFA tomó a su cargo el torneo de fútbol y delegó parte de las acciones locales de programación y ejecución a la Federación Francesa. “No se registra la presencia de ningún poder olímpico prescriptor y no se halla mención alguna a intromisiones obstaculizantes provenientes de autoridades externas al fútbol”, añadió el autor, quien incluso descubrió que el reglamento no prohibió la participación de futbolistas profesionales, que de hecho alinearon en algunos equipos.

Cuando la Celeste ganó el oro en el estadio Colombes de París, el grito unánime en Uruguay fue “campeones del mundo”. No se trataba de una exageración criolla. Se puede leerlo también en la prensa francesa de la época, aportada por Arrighi en su libro. El diario L’Auto, antecesor del actual L’Equipe, los presenta de así. Y el semanario oficial de la Federación Francesa, France Football (con el tiempo independizado como una revista de prestigio) informó siempre sobre el “Torneo Mundial” e incluso esa denominación se utilizó para anunciar y hacer publicidad del certamen, que resultó un gran éxito de público. El periodista Gabriel Hanot consideró a los celestes campeones del mundo en su comentario para la revista Le Miroir des Sports. El mismo tratamiento le dieron medios de la época en Europa y América. Arrighi cita expresamente varios diarios de Suiza, justamente el rival derrotado en la final de Colombes.

El torneo de fútbol olímpico de 1928 se disputó bajo idénticas condiciones. Incluso tuvo lugar en forma separada y antes de la propia inauguración de los Juegos. En 1930, la FIFA tuvo por fin su Copa del Mundo exclusiva. Por esa razón, en los Juegos Olímpicos de Los Angeles 1932 ni siquiera hubo certamen de fútbol. Este regresó en Berlín 1936 bajo la única autoridad del Comité Olímpico Internacional y ya bajo la regla del amateurismo.

La FIFA dijo "sí" pero también "no"

La FIFA admitió durante casi 30 años la presencia de cuatro estrellas en la camiseta celeste, pero en todo este tiempo no formuló una declaración inequívoca de reconocimiento a los cuatro títulos mundiales.

Por ejemplo, cuando la AUF cumplió 120 años, en marzo del año pasado, el organismo internacional escribió en su web: “(Uruguay) ha conquistado sus mayores éxitos deportivos en esta disciplina. Para empezar, se colgó la medalla de oro en las ediciones del Torneo Olímpico de Fútbol de 1924 en París y de 1928 en Ámsterdam, considerados en aquel entonces como campeonatos del mundo”.

Sin embargo, al mencionar algunas líneas más abajo el triunfo de Maracaná 1950, la misma nota señala: “Uruguay remontó la desventaja inicial y, gracias a un tanto de Alcides Ghiggia, se puso 2-1 en el marcador. La Celeste sumó su segundo título mundialista gracias a este gol”.

Cuando la AUF celebró su centenario, el entonces presidente de la FIFA Joseph Blatter declaró que los de 1924 y 1928 no era títulos mundiales, pero aseguró: “Es una idea que podemos discutir en el aniversario de la Federación (en referencia a 2004) y ver si la FIFA puede reconocer esos torneos”. El asunto nunca se llegó a tratar.

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