SUDÁFRICA 10 AÑOS

Sudáfrica 2010 significó mucho más que un torneo para Uruguay. Para Álvaro Fernández también. El “Flaco”, que arrancó su carrera en el ascenso y luego, en base a esfuerzo y sacrificio forjó su futuro, recordó junto a Ovación una Copa del Mundo grabada a fuego para todos.

Un 16 de junio pero de 2010, la Celeste se jugaba gran parte de la clasificación a octavos de final y el rival era nada menos que el equipo anfitrión, también necesitado de un triunfo para no fallarle a su gente.

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En pleno partido, mientras el equipo del maestro Oscar Washington Tabárez ganaba 1-0 con un gol de Diego Forlán, Jorge Fucile se lesionó y a los 71’ en su lugar ingresó Álvaro Fernández para hacer su debut mundialista.

“Entré por esa lesión de ‘Fuci’ y ‘Palito’ pasó al lateral izquierdo. El maestro me pidió que ayudara en la marca primero para cerrar bien ese sector izquierdo colaborando con Álvaro y luego, ya con la pelota, que en el ataque me soltara un poco y que tratara de ser un apoyo constante para Diego (Forlán) y Luis (Suárez) que estaban como delanteros. Por suerte salió todo bien”, le contó el “Flaco” a Ovación.

Ese triunfo 3-0 de Uruguay ante Sudáfrica marcó el camino. Luego vino la victoria frente a México y la Celeste ganó el grupo para avanzar a octavos de final de un Mundial después de 20 años. “Dejamos el grupo atrás y fue una alegría enorme. Me acuerdo que cuando nos enteramos que el rival era Corea del Sur nos alegramos un poco más porque a pesar de que sabíamos que iba a ser muy difícil, estaba dentro de nuestras posibilidades. Fue un triunfo agónico pero ahí el equipo ganó más en confianza y la energía positiva que había dentro del plantel y en el día a día nos llevó ganar partidos que nos permitieron quedarnos hasta el último día”, recordó.

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Luego de vencer a Corea del Sur se vino Ghana y ese partido quedó marcado en la carrera de Álvaro Fernández: “Tiene un sabor muy especial, es un recuerdo mucho más lindo y fuerte porque fue mi debut como titular en un Mundial y sumale el triunfo épico. Esas cosas te quedan guardadas para siempre”.

La carrera del “Flaco” comenzó en el ascenso pero sus muy buenas actuaciones lo llevaron a Primera División y luego al exterior para posteriormente llamar la atención del maestro y ponerse la Celeste nada menos que en una Copa del Mundo.

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“Sudáfrica fue todo para mí. Era un sueño que tenía desde chico el de jugar en la selección y estar en un Mundial representando a mi país. Fue lo más grande que me pasó a nivel futbolístico sin dudas y nunca me va a pasar nada parecido. Tuve la suerte de ser campeón en varios equipos pero jugar un Mundial con la selección no se compara. Y hacer una campaña como la que hicimos y más allá de no haber sido campeones, tener el reconocimiento de la gente eso es algo que te queda para siempre y no se paga con nada. Como digo siempre, la selección es lo más grande que hay”, dijo el “Flaco”, uno de los referentes de Plaza Colonia y a propósito de eso, el volante remarcó que “hay muchos jugadores de gran nivel, con futuro y proyección que ojalá lleguen a la selección. Siempre trato de decirles que hagan las cosas bien porque todo lo bueno tiene su premio. Después está en cada uno si agarran los consejos o no”.

Tabárez fue y es pieza clave en la selección y acerca del entrenador el “Flaco” confesó que “es un maestro por todo, por la forma de tratar con los jugadores y por cómo encara los partidos. El cambio que tuvo el fútbol uruguayo a nivel de selección desde su llegada, más allá de los resultados, creo que ha sido muy notorio y esperemos que el día que él no esté, el proceso pueda seguir porque se han dado muestras de que es el camino correcto”.

“La hora de la verdad” tituló Ovación en su portada del miércoles 16 de junio de 2010 haciendo clara alusión al partido que se le venía a la Celeste en Pretoria: “Uruguay juega gran parte de su chance ante Sudáfrica”. Las miradas estaban todas puestas en un partido que iba a marcar el camino de la selección del maestro Oscar Washington Tabárez ya que una victoria ante los locales, dejaría al equipo compatriota con muchas posibilidades de avanzar a los octavos de final de la Copa del Mundo. Uruguay, fiel a su historia, otra vez le arruinó la fiesta a un anfitrión y se terminó despachando con un contundente 3-0 que hacía empezar a soñar a todos los uruguayos con ver a la selección en la segunda fase de un Mundial, algo que no ocurría desde Italia 1990, certamen en el que Tabárez había sido el director técnico.

“Parada decisiva. El semáforo dirá para dónde va” fue el título de la previa de Ovación de aquel 16 de junio de 2010 escrita por el enviado de El País, Jorge Savia. “Uruguay se para hoy en una esquina del Mundial 2010 y, como le ocurre al peatón que aprieta un botón para que se encienda el semáforo que habilite el paso, tendrá frente a sí una luz verde o una amarilla, según el resultado que consiga ante Sudáfrica”. Para ese encuentro que se jugó en el Estadio Loftus Versfeld, el maestro Tabárez había hecho dos cambios respecto al equipo que enfrentó a Francia: Jorge Fucile ingresó por Mauricio Victorino en la zaga, mientras que Edinson Cavani lo hizo por Ignacio González en el ataque de la Celeste.

“Hay que ganar, porque un empate no nos garantiza nada”. Con esa frase de Jorge Fucile Ovación titulaba una entrevista de Jorge Savia al lateral uruguayo que frente a Sudáfrica hizo su debut mundialista. “Por suerte se me da la oportunidad de entrar y para mí es algo muy importante”, dijo el lateral izquierdo que por ese entonces militaba en Porto de Portugal. Consultado por la decisión de Tabárez de incluirlo en el equipo, “Fuci” expresaba que “habíamos trabajado de dos maneras: con línea de tres y de cuatro, así que no podía saber hasta que un rato antes de decírselo a ustedes los periodistas, el maestro nos dijo el equipo que jugaba. En un primer momento, me sorprendió, pero bueno, uno vino acá y trabaja para eso, para lograr la titularidad. Como todos los otros compañeros, claro está”.