Se ganó en La Paz, un reducto donde nunca se había podido vencer a Bolivia por las Eliminatorias. Otro logro de la Celeste, de este grupo de jugadores que acuna el maestro Tabárez en su largo y exitoso proceso de selecciones.

JOSÉ MASTANDREA

Y guste o no, es así. El triunfo del jueves, fue un triunfo del proceso. Porque tener un plantel y una idea definida, es todo o casi todo. Los futbolistas se conocen de memoria y saben lo que tienen que hacer dentro del campo de juego.

Tabárez ni siquiera estuvo en la cancha dando indicaciones. Uruguay fue un equipo que funcionó a control remoto, con las órdenes puntuales de Celso Otero, pero sabiendo todo lo que tenía que hacer de antemano.

Eso es proceso. Trabajo de años y conocimiento. Y también es recambio, porque en cancha hubo muchos jóvenes que hicieron su carrera en las selecciones y otros que fueron llamados por sus grandes desempeños en sus equipos. Ahí, en La Paz, estuvieron todos los que tenían que estar. "Josema", Rolan, Corujo, el "Pato" Sánchez, todos...

Se ganó sin Suárez ni Cavani, ni el "Mono"... Y no es poca cosa.

Desde el Arco