Eduardo Acevedo rearma sus filas entrenando a 168 kilómetros de Punta Carretas
"¡Ahí vienen! Ahí vienen!” Un grupo de adolescentes esperaba a los futbolistas de Defensor Sporting en la puerta del hotel Maxim donde se alojan los violetas en Trinidad. Ellos cumplieron con sus pedidos de fotos al salir rumbo al ómnibus que los llevaba una vez más a la cancha del club Fénix local donde han entrenado desde el lunes.
Es que la habitual tranquilidad de Trinidad, una ciudad de 21.000 habitantes, se vio interrumpida con la presencia de los campeones del torneo Apertura. Muchos niños llegaron un rato después a la cancha, la mayoría en bicicleta, para ver el movimiento violeta. Y conocen los nombres de los futbolistas.
El plantel cumplió ayer con el tercer día de triple horario: a primera hora trabajos tácticos, luego físico en el gimnasio municipal y por la tarde movimientos físico-técnicos. Fútbol en diferentes dimensiones buscando ritmo. A partir de hoy Eduardo Acevedo comenzará a buscar precisión.
La salida de Matías Zunino no parece haber afectado al grupo, según Acevedo, porque era algo que todos sabían que podía suceder. Algo de lo que ya se había comenzado a hablar antes de la final del torneo Intermedio.
“Sabíamos que se podían ir. Por un lado es la alegría de que dos compañeros hayan mejorado económicamente muchísimo, lo que nos duele es que el rival directo en la tabla Anual se está reforzando con jugadores nuestros”, dijo Eduardo Acevedo.
“Nosotros canalizamos todo por el trabajo. Eso es lo más importante para nosotros. Y la columna vertebral del equipo está intacta. Venir a Flores fue también un tema grupal, de rearmar filas. El grupo está fuerte. Trato siempre de convertir lo que es negativo en positivo y como le remarco a los jugadores, por algo es que se van”, agregó, quien afirmó a su vez que tiene un plan B y uno C en caso de que no se pueda concretar la llegada del albiceleste Agustín Sant’Anna para cubrir el lugar de Zunino.
A propósito del lateral de Cerro, el presidente Daniel Jablonka, quien llegó a media tarde a Trinidad, dijo que estaba esperando un llamado de su par de Cerro para definir el tema.
El técnico violeta tiene claro que el objetivo es el partido con Rampla, por más que haya un clásico frente a Danubio antes. Un cuadrangular que para algunos es incómodo. “El partido con Danubio nos viene bien porque nosotros teníamos previsto jugar con Aldosivi el domingo en Mar del Plata, entonces es cambiar la planificación un día. El partido del miércoles sí traba un poco, veremos qué hacemos”, explicó el técnico.
Matías Cabrera sigue trabajando diferenciado por la fractura de costilla que sufrió antes de la final del torneo Intermedio frente a Nacional. Y el trinitario Joaquín Salvatto sufrió la semana pasada una distensión muscular en un entrenamiento. Es difícil que ambos lleguen al partido con Danubio e incluso al debut del Clausura ante Rampla.
MOLESTIA POR EL ESTADIO
Los violetas están molestos porque no pudieron entrenar en el estadio Lavalleja. “Siempre hemos promovido a Flores, vengo acá desde mi época de Cerro. Llovió un día y no nos prestaron el estadio. No me gustó la actitud ni la forma. De haber sabido no hubiéramos venido, más allá de la gente común que nos trata muy bien”, dijo Acevedo.
GALERÍASILVIA PÉREZ