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Está tranquilo

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Foto: Gerardo Pérez
Archivo El Pais

"No me costó dejar de jugar, a veces es un alivio". Dijo el entrenador del club mirasol.

Es difícil que Pablo Bengoechea pierda la calma. El técnico intenta mantenerla siempre más allá de los resultados y la previa a la última fecha del Clausura no es la excepción. Es más, el riverense está convencido que esa forma de ser es una de sus virtudes como entrenador.

"Más allá del resultado intento siempre ser el mismo. Sé que se va a analizar el trabajo dependiendo si salimos campeones o no, si logramos los objetivos o no, pero trato de trabajar con tranquilidad y sin mucho misterio. Estoy muy contento por cómo me trata el plantel, por lo a gusto que me siento estando al frente de este grupo. Es la mayor satisfacción que tengo", dijo Bengoechea, quien está viviendo en Peñarol su primera experiencia oficial como entrenador principal en Uruguay.

"Estamos empezando, pero en esta función, en el fútbol uno lleva muchos años. Es lo único que he hecho prácticamente en la vida. Je. Son funciones diferentes sí, pero cuando uno es jugador se fija cómo actúan los entrenadores. Conoce todas las funciones y sabe estar en todos los lugares. El tema es acertar en las decisiones. Ojalá que me equivoque lo menos posible por el bien de la institución", añadió.

"Lo único que ha cambiado es la función. Antes me entrenaba para estar bien para el fin de semana y ahora no preciso entrenar. Es lo único que cambia. Hoy cuando entro a una cancha es sólo para divertirnos, ya no competimos profesionalmente", continuó el riverense, quien sorprendió reconociendo que cuando dejó de jugar no sufrió y hasta sintió alivio.

"No me costó dejar de ser jugador. Es más, creo que me atrasé un poco. Tenía que haber dejado antes. No todos los jugadores son iguales. Así como no todos quieren ser entrenadores, no todos sufren cuando dejan el fútbol. En algunos casos es un alivio. Para mí lo fue. Veía que crecía, que mi físico ya no era el mismo, pero la responsabilidad sí era la misma. Entonces era mucho más difícil. Por eso, cuando terminó la carrera me sentí en paz conmigo mismo. Había terminado la obligación", reconoció.

Consultado sobre si veía a alguno de sus futbolistas viviendo algo parecido a lo que le había pasado a él, respondió negativamente. "Los veo muy bien. El único caso podía ser el de Tony, pero lo veo bien, disfrutando de todo lo que hace. Tiene compañeros experientes para llevar el grupo adelante con él y me imagino que el hecho de tener una muy buena relación con nosotros, con el cuerpo técnico, también ayuda. Lo veo bien".

A propósito de sus futbolistas, aseguró que no le había sorprendido la ovación que la hinchada le dedicó a Macaluso el fin de semana pasado cuando jugó sus primeros tres minutos en el torneo. "Sé que es un jugador muy querido por la hinchada. También es muy querido dentro del plantel por todos sus compañeros. Nosotros como técnicos, lo conocimos ahora y estamos muy a gusto con él. Muy contentos con su rendimiento, a veces se analiza sólo si juega o no. Él no ha tenido minutos porque yo no he querido. Porque elijo a otro compañero, pero él ha respetado esa decisión y se prepara para los minutos que le toquen. Es lo que debe hacer todo jugador de fútbol. He dicho muchas veces que me gustaba que los jóvenes de las inferiores vinieran a Los Aromos a entrenar porque hay muy buenos profesionales. Una de las intenciones era que chicos de las formativas vieran entrenar a Olivera, a Macaluso, a Zalayeta, a Valdez, a Pacheco. Son buenos ejemplos para ellos".

Al final dijo que si bien ya estaba trabajando en futuras incorporaciones, no iba a referirse al tema hasta que termine la temporada. "Con Ahuntchain hemos hablado muchísimo, pero se va a saber la próxima temporada. Esta no ha terminado todavía", concluyó.

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Foto: Gerardo Pérez

PeñarolSILVIA PÉREZ

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