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“Todos los uruguayos tenemos que involucrarnos, cada uno en su lugar”

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Foto: Ricardo Figueredo.

FÚTBOL

Eduardo Abulafia fue designado por el Presidente Tabaré Vázquez como gerente del grupo de trabajo para la candidatura del Mundial 2030.

El empresario trabajará con sus pares de Argentina (ya fue nombrado Fernando Marín) y de Paraguay. Abulafia es un hombre largamente vinculado al fútbol. Fue dirigente y delegado de Defensor y presidente de la Segunda División Profesional, a la que jerarquizó con televisaciones en directo los sábados de mañana. “Es una gran responsabilidad porque estoy representando al país”, dijo. “Estoy muy entusiasmado para que se logre”.

-Cuando el Presidente Vázquez te ofrece estar al frente del equipo oficial de Uruguay para el Mundial 2030, ¿te sorprende? ¿Te seduce? ¿Lo pensás?

-Primero me honra y segundo me llena de responsabilidad. Y lo tomo como un gran desafío. Por suerte recibí muchas muestras de afecto y de cariño de varios lados. Y de buenos deseos.

-¿Alguna que te haya sorprendido?

-El que me llamó y me dejó contento (era de estilo, pero me dejó contento igual) fue Wilmar Valdez.

-El Mundial 2030 parece una utopía para muchos, ¿crees que es posible?

-El que viene trabajando en esto hace muchos años es el propio Presidente de la República, que ya en su etapa de Intendente de Montevideo lo tenía en mente. En aquel entonces ya empezó a trabajar con las autoridades de la Conmebol. Y luego, ya como Presidente de la República, siguió haciéndolo a nivel de FIFA y últimamente apretó el acelerador a fondo para intentar en primera instancia con Argentina y ahora también con Paraguay, concretar esto que me parece justo y acorde a los 100 años del primer Mundial.

-¿Te pareció bien que se uniera Paraguay?

-Sí, es un desafío muy grande y son tres países con una rica historia futbolística. En definitiva los que lo resuelven son los mandatarios de los países, pero como latinoamericanos y hermanos de la región me parece muy bien. En primer instancia eran Uruguay y Argentina, los que jugaron la final, pero posteriormente, se sumó el presidente paraguayo a querer participar de esta fiesta. Paraguay es muy importante a nivel de fútbol, la sede de la Confederación Sudamericana está en Asunción. Creo que va a ser un gran aliado. También contar con el presidente de la AUF que tiene un cargo muy importante a nivel de FIFA, como con las autoridades argentinas y ni que hablar con las paraguayas y el presidente de la Conmebol, quien también tiene un cargo muy importante en FIFA, para poder concretar esta ambición, que no es sólo de esta región. Seguramente van a haber otros que se quieran postular para el 2030.

-¿Qué tiene que hacer Uruguay para que esto se pueda convertir en realidad?

-Primero hay que hacer un estudio profundo. Tengo muy claro que, dadas las experiencias vividas en la región -concretamente lo que fue el Mundial de Brasil-, Uruguay debe tomar esto como una fiesta, como una celebración, pero se debe ser muy respetuoso de los pasos a dar. Hay que tomar plena conciencia de lo que nos exige FIFA, de lo que va a aportar FIFA, de qué es lo que se puede generar por organizar un Mundial. Que sea una fiesta, pero que genere trabajo y que derrame riqueza. Que la fiesta no nos cueste plata, que la derrame y para eso tenemos que trabajar todos juntos en armonía. Esos son los grandes objetivos que nos debemos plantear.

-Que no suceda lo que pasó en Brasil 2014.

-Que no queden esos elefantes blancos. Que los edificios, que lógicamente deben albergar actividad deportiva, sean estructuras vivas que generen empleos, que generen actividad y riqueza.

-¿Cuál debe ser el papel de Uruguay?

-Para mí Uruguay es el protagonista. Soy muy respetuoso de Argentina y Paraguay, con quienes integramos este desafío, pero creo que en los 100 años del primer mundial, que es una celebración muy grande porque no se cumplen todos los días, Uruguay debe ser el gran protagonista. Uruguay tuvo el mérito y la gran osadía de hacer el primer Campeonato Mundial de fútbol y el primer estadio construido en cemento y bien merecido tiene intentar llevar adelante este Mundial, conjuntamente con los hermanos argentinos y paraguayos.

-Pero, ¿te imaginás jugando aquí el partido inaugural, la final o una serie?

-Primero que nada me imagino empezándome a reunir con las diferentes autoridades. Esas cosas deben surgir de un diálogo consensuado, pero creo que Uruguay tiene méritos importantes para aspirar a eso que mencionaste.

-¿Cuándo ponen manos a la obra?

-Mi contacto más directo es con la Secretaría de Deportes, con Fernando Cáceres y con Alfredo Etchandy. En estos días hemos tenido un contacto bastante intenso. Y hay un primer encuentro, que se va a llevar a cabo en Paraguay el 21 de este mes y en el que van a participar autoridades de los tres países. Y a partir de ahí ponernos a trabajar con premisas muy claras. Hay que ser muy profesional, muy transparente y muy austero con los dineros que se vayan a utilizar para llevar adelante esto.

-Vos tenés una gran experiencia como empresario, ¿cuál es el papel que tienen que cumplir los empresarios privados para llevar esto adelante?

-Creo que ese papel lo van a tener que cumplir todos los uruguayos. Va a ser un acontecimiento para todo el país y todos tenemos que estar involucrados. Cada uno en su lugar. Van a tener que trabajar todos: a nivel de gobierno, de la Asociación Uruguaya de Fútbol, a nivel empresarial, de los trabajadores, de diferentes cámaras. Esto nos debe involucrar a todos.

-Pero estás convencido que es posible.

-Totalmente convencido que se va a hacer. Y que Uruguay, Argentina y Paraguay tienen los méritos suficientes para desarrollar el Mundila del 2030 y lo van a demostrar en la presentación. Confío mucho en que en esta región tenemos la capacidad y la creatividad para llevarlo a cabo. Pero insisto: debe ser una fiesta de la gente y debe generar trabajo y riquezas. Estoy convencido que tenemos artillería pesada para presentarnos de la mejor manera. Y con una pasión muy particular, la de esta región. Además, fuimos los primeros, hemos ganado, tenemos historia, pasado, presente y seguramente vamos a tener futuro. Y no hablo sólo de Uruguay.

-Más allá de tu capacidad, ampliamente demostrada en el fútbol y en otros ámbitos, ¿esto es un mimo para alguien que siempre quiso ser presidente de la AUF?

-Desde que comencé a trabajar en el fútbol ser presidente de la AUF era el gran sueño. Es como el futbolista que comienza a jugar en Séptima y aspira a llegar a la Selección. Creo que hay determinados cambios y políticas que sólo se pueden llevar adelante siendo la cabeza de la organización. Y no es un tema de vanidad, sino de convicción.

-Presidir la AUF, ¿sigue siendo tu asignatura pendiente?

-Me presenté dos veces, presenté mis proyectos por escrito. No se me dio. Perdí, saludé a los que me ganaron y me fui. Estuve alejado, nunca quise ser oposición. Soy muy respetuoso de las instituciones y de las personas. Esto es un mimo sí, que me llena de orgullo. Y que me tiene muy entusiasmado, porque es un desafío del Uruguay todo y de la región.

“Aspirar a lo máximo en Rusia”

Eduardo Abulafia es un conocido empresario hotelero y gastronómico, con emprendimientos en Uruguay y Argentina. Vive en Punta del Este y está casado en segundas nupcias con Cecilia Berruti Risso. Es padre de dos hijos: Alejandro, ingeniero de profesión, y Natalia, licenciada en diseño escénico. Tiene dos nietos: Tali, de tres años, y Ari, de ocho meses. Recorrer los 145 kilómetros que separan su casa de la de sus nietos es algo que hace seguido para verlos. Hoy es un “outsider” del fútbol, pero nada escapa a su inquieta personalidad. “Hoy el fútbol uruguayo tiene matices: es uno a nivel de selecciones donde es protagonista en América tanto a nivel de mayores como de juveniles. Y competitivo en todo el mundo. Creo que tiene legítimas aspiraciones de llegar a lo máximo en el Mundial de Rusia. Y después está la estructura interna que es complicada, pero hay gente trabajando y hay que dejarlos hacerlo”.

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