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Todos los caminos conducen a que Uruguay reciba de forma íntegra la Copa Libertadores

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Estadio Centenario. Foto: Archivo El País

CONMEBOL

Con el paso de las horas la opción de la sede única para la Libertadores 2020 va tomando más cuerpo porque Conmebol precisa que se juegue y los clubes necesitan recibir los ingresos.

La idea está y crece con el paso de las horas, porque siguen apareciendo elementos que empujan en una sola dirección. Es auténtico, cada vez es más difícil que la Copa Libertadores no regrese con una sede única. Y, para ser precisos, todos los caminos conducen a Uruguay.

El plazo para tomar la decisión se va a acortando y la mano viene muy firme para que Uruguay termine recibiendo el guiño final de la Conmebol.

De hecho, el gobierno de Luis Lacalle Pou aguarda con expectativa que el resultado de los diálogos mantenidos entre el propio Presidente de Uruguay y el titular de la Conmebol, Alejandro Domínguez, arroje novedades en agosto próximo.

Las razones que defienden con creces el gran posicionamiento de Uruguay para ser el anfitrión continental radican en los siguientes puntos: 1) Contratos de sponsoreo del certamen ya pagos, por lo que necesariamente hay que poner en juego otra vez la Copa Libertadores. 2) Conmebol quiere jugar y repartir el dinero. 3) Los clubes quieren jugar y percibir esos ingresos. 4) Los clubes en sus países no pueden jugar. 5) Brasil, pese a la enorme presión política que se ejerció para que vuelva el fútbol en Río de Janeiro, tiene uno de los focos de la pandemia más fuertes del mundo. 6) Los números de contagios y fallecidos dejan también a Chile como uno de los principales focos mundiales de la pandemia. 7) Perú ya es el quinto país del mundo con mayor cantidad de contagios de COVID-19. 8) Bolivia tiene los hospitales colapsados y Venezuela acumula rompimientos de registros diarios de casos. 9) No hay tregua tampoco en Colombia, Argentina y Ecuador. Como lo dijo el diario Perfil, al describir el panorama sudamericano, “la única esperanza de la región es Uruguay”.

Estadio Domingo Burgueño Miguel del Campus de Maldonado
Se podría jugar también en el Estadio Domingo Burgueño Miguel de Maldonado

Pero, además, ya apareció una voz desde adentro de Conmebol que parece abrir una puerta para que la resolución que se puede llegar a tomar no mucho más allá de agosto, porque todos los clubes del continente precisarán iniciar su puesta a punto para lo que sería una especie de Mundial de clubes. Es que el director de desarrollo de la Conmebol, Gonzalo Belloso, le dijo al diario Olé que existe “la variable de poder cambiar de sede de los equipos y también se puede exigir desde el organizador”. Esgrimiendo, además, que “es una opción que puede ser válida para utilizar en este momento”.

Por si faltara algo, Belloso agregó en el diario deportivo argentino que se puede cambiar la localía porque “lo permite el reglamento general”.

Queda claro que, Conmebol, perfectamente podría utilizar este mecanismo y que ello obedecería por una necesidad. De ahí que la idea impulsada por Ignacio Alonso, presidente de la AUF, haya tomado una singular fuerza.

El Estadio Suppici también podría ser utilizado
El Estadio Suppici también podría ser utilizado.

Según supo Ovación, hasta la Ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, puso atención en la gestión que llevaron adelante Álvaro Delgado (secretario de Presidencia) y Armando Castaingdebat (viceministro de Desarrollo Social) con el presidente Lacalle Pou porque se podría producir una gran reactivación económica en tres puntos del país.

Es que la idea que se maneja en Uruguay, de acuerdo al relevamiento que ya comenzó a hacerse, es que además de Montevideo se pueda competir en Colonia y Punta del Este.

Es cierto que se viene trabajando en forma casi silenciosa porque el gobierno no quiere generar falsas expectativas, pero eso no implica que no se den pasos concretos para estar bien prontos y a la espera de una determinación favorable del organismo rector del fútbol continental.

datos a tener en cuenta

Cuatro aspectos importantes

1
Alejandro Domínguez quiere retorno seguro

“Seguimos trabajando por el regreso seguro del fútbol sudamericano. Compartimos con los Gobiernos de la región un Protocolo y Medidas de Prevención propuestas desde Conmebol. El objetivo es que la pelota vuelva a rodar con las máximas garantías para todos”, escribió Alejandro Domínguez el pasado 2 de julio en su cuenta de Twitter.

2
La reunión de Alonso y Lacalle Pou en abril

El 21 de abril, en la Torre Ejecutiva, el Presidente Luis Lacalle Pou recibió al titular de la AUF Ignacio Alonso y allí se interiorizó de la gran posibilidad que tenía Uruguay de ser el anfitrión de la Libertadores. Ese día se hizo saber que el encuentro era para coordinar las medidas que las autoridades del fútbol iban a implementar para ayudar a los más necesitados.

3
Paraguay tiene más casos que Uruguay

Asunción se presentó, luego que Uruguay promoviera la idea de desarrollar el torneo en una ciudad única, como la principal rival con aspiraciones de ser la sede. Sin embargo, los números del control del COVID-19 también son mejores los de Uruguay. En suelo guaraní todavía hay 1.176 personas infectadas, mientras que en Uruguay hay menos de 80.

4
La consolidación de una transformación

Conmebol y FIFA empujaron en 2018 una transformación de la Asociación Uruguaya de Fútbol para que adaptara sus estatutos a los requisitos del organismo rector del fútbol continental. Entregar su confianza para la organización del torneo continental, además de un reconocimiento al país, significaría la aprobación final de que Uruguay funcionó como se esperaba.

Si hasta existen primeras valoraciones del impacto económico que le significaría al país recibir en un promedio de 20 días (porque los 32 clubes que compiten en el torneo no se quedan hasta el final del mismo) entre 2.000 y 2.500 personas.

Números más, números menos, por contratación de hoteles, transportes (ómnibus y alquiler de autos), insumos, comunicaciones, arrendamientos de cancha de entrenamientos, estadios para jugar los partidos, ingresarían unos 15 millones de dólares.

Hay que tomar en cuenta que además de los 32 hoteles para las delegaciones deportivas (que serían de uso exclusivo), hay que dispensar también otros establecimientos para los árbitros y los periodistas.

Y esto no es un número menor, porque alcanza con recordar que la televisación de los partidos puede llegar a mover a 500 trabajadores. Como tampoco se puede obviar los movimientos que podrían realizar hasta medios de otros continentes para realizar la cobertura periodística de lo que sería una edición inédita del principal torneo de clubes de la región.

para saber 1

Los estadios no necesitarán cumplir con la regla del aforo

El reglamento de Conmebol establece que los estadios deben tener un aforo mínimo de 10.000 espectadores para la fase de grupos. En este caso, no habría necesidad de cumplir con esa normativa porque los partidos se disputarán sin público. Igualmente, hay que decir que quizás sea necesario establecer una enmienda especial. El elemento ineludible es la exigencia mínima que se establece para los sistemas de iluminación artificial.

para saber 2

La lucha política de Brasil y Argentina favorece a Uruguay

La lucha política entre Argentina y Brasil es innegable. No hay que ir muy atrás en el tiempo (Copa América 2019) para encontrar enfurecimientos importantes sobre el peso de uno y otro. Esa rivalidad terminará colaborando para que Uruguay sea contemplado como el elemento flexible que evitará la rispidez. Es un hecho que a Argentina no le gustaría nada que Rio de Janeiro sea sede de la Libertadores o a Brasil que lo sea una ciudad argentina.

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