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Una tiza para el maestro

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En los últimos días no pocos marcaron la diferencia que separa los caminos seguidos, con respecto al territorio de la selección, por dos Diego: Forlán y Lugano.

Sin embargo, ahora que el zaguero se fue a Suecia, surge otra referencia para su caso: la de Sebastián Abreu, que en 2013 eligió volver al fútbol uruguayo, quizá para estar más cerca de "La Celeste", y se fue alejando. Lugano hace al revés: se va lejos; en distancia, y de la observación cotidiana, a nivel popular y del periodismo, para el caso de opinar si, ya con rodaje, puede o no volver a ser citado.

Hasta por un tema de tiempo laboral, ¿quién podría seguir a BK Häcken en forma periódica como para juzgar con autoridad una eventual citación de Lugano? Nadie. De modo que si el DT considerase que al menos su presencia en el plantel fuera necesaria, sería un atrevimiento, objetarla o elogiarla; y lo mismo hubiera pasado con el "Loco" en caso de haberse quedado en un club de la "B" del fútbol brasileño: capaz que hasta el Mundial habría llegado.

Lugano le alcanzó una tiza al maestro, para que escriba lo que crea mejor; sea lo que sea, quedará adentro de la clase.

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