El 10 de Boca, que erró los últimos dos que ejecutó, reconoció que no se sentía "seguro".

Apenas puso un pie en la ciudad y, como siempre, provocó una revolución. Cuando juega y también al declarar, Carlos Tevez genera ruido. Lo hizo con su juego en el estadio Bicentenario, con un gol y conduciendo a Boca a la final de la Copa Argentina; repitió frente a los micrófonos, resaltando la tarea de sus compañeros y desalentando, con palabras y también gestos, posibles fracturas internas en el plantel, un frente que se abrió cuando el mismo "Apache" lanzó un discurso crítico, tras la caída con Racing, en el torneo, donde el equipo sufrió, además, dos expulsiones. Fue líder, compañero y también capitán; fue goleador y resultó solidario con Nicolás Lodeiro, a quien le cedió la ejecución del penal, con el que los xeneizes encaminaron la victoria sobre Lanús.

Con gestos empezó la función, con el saludo al Mellizo Barros Schelotto, técnico de Lanús y excompañero en Boca, hace 12 años. El abrazo con Agustín Orión, antes del inicio y tras convertir el 2-0, fue una señal para afuera. "Yo vine a Boca a unir, no a hacer camarillas. Estamos a dos partidos de ganar todo. No queremos que inventen cosas del plantel cuando no las hay, decir que estoy peleado con Orión es de mala leche", señaló con dureza, la misma que mostró en la cancha, cuando discutió con Araujo, tras el penal de Braghieri sobre Meli.

Quién fue el encargado de la ejecución del penal llamó la atención; tanto como el brazalete de capitán que lució Tevez en el brazo izquierdo. "No estaba seguro y él (Lodeiro) estaba con confianza. Hay que tener grandeza: si el compañero está mejor. Así, gana el equipo, el grupo", dijo Tevez, que venía de malograr dos penales: frente a Defensa y Justicia, por los 4tos de final de la Copa Argentina, y ante Crucero del Norte, por el campeonato. Y lanzó una sonrisa cuando explicó las razones para ser capitán: "No podía ser el "Cata" (Díaz) y los compañeros me eligieron a mí por estos dos partidos, pero la cinta es del Cata. Él es el capitán y cabeza del grupo". Además del defensor, el subcapitán es Fernando Gago, que se recupera de la rotura del tendón de Aquiles.

Pero Tevez tenía guardadas cartas y con un as selló el pasaje a la final, cuando recién se jugaban 30 minutos del primer tiempo. Lodeiro lanzó el pase y el "Apache" le ganó la posición con el cuerpo al paraguayo Gómez; encaró a Ibañez, cuya respuesta fue débil ante el remate del delantero. Después, manejó el ritmo del equipo, generó espacios, se movió con soltura, provocó la expulsión de Gómez -fortísima falta, todo un síntoma de la impotencia de Lanús- y hasta casi le da tono de goleada a la victoria, cuando a los 44 minutos del segundo tiempo, de cabeza, falló la estocada final.

Tevez en plenitud. Como lo necesita Boca para gritar campeón.

argentinaLA NACIÓN/GDA