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"Los técnicos entrenamos decisiones y gestionamos voluntades"

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Foto: Fernando Ponzetto
Fernando Ponzetto

FABIÁN COITO

En el diálogo que Coito mantuvo con sus colegas Martín Lasarte y Gerardo Pelusso dijo que entrenar "es un arte" y resaltó que las mayores enseñanzas las recibió de los propios futbolistas.

El actual entrenador de la Selección de Honduras, Fabián Coito, reveló que en su carrera como profesional aprendió "más de los propios deportistas" que de las enseñanzas que recibió de los libros sobre tácticas de fútbol o de las indicaciones de entrenadores mayores. En su repaso sobre la función del técnico, el exconductor de las selecciones juveniles uruguayas subrayó que entrenar "es un arte" y graficó con cinco palabras su papel sobre los futbolistas: "entrenamos decisiones y gestionamos voluntades".

En la charla que sostuvo con sus colegas Martín Lasarte y Gerardo Pelusso como invitado para el nuevo seminario que Audef realizó a través de la plataforma zoom, Coito dejó varios mensajes para los futuros aspirantes a directores técnicos.

En primer lugar, Coito precisó que la etapa del conocimiento nunca termina. "Creemos que, por la experiencia, lo que pasó va a volver a suceder y no siempre es así. Y, justamente, ese es el descubrimiento permanente que como entrenador hago. Todos los días tengo que volver a aprender. En un primer momento imaginé que iba a aprender de los libros del curso o de entrenadores mayores que yo y terminé aprendiendo muchísimo de los mismos deportistas. De los mismos futbolistas que no vienen y te dicen 'Fabián, mirá esto' Sino que te preguntan cosas y te hacen descubrir a vos mismo que no sabías la respuesta para ese chiquilín, para ese jugador, tanto en su desarrollo como persona o como futbolista. Y también he aprendido y veo que cada entrenador debe recorrer su propio camino".

En ese sentido y para defender su consideración sobre "el arte de entrenar", Coito profundizó: "Iniciamos con la intención de copiar cosas, de que nuestro equipo sea ese que soñamos o imaginamos y nos damos cuenta que no es ese equipo porque no hay dos personas iguales, no hay dos temporadas iguales aunque se quiera hacer lo mismo. Sin duda alguna hay que apoyarse en la experiencia y en lo que vamos aprendiendo, pero siempre hay que ir descubriendo cosas nuevas. Y eso es un poco el arte de entrenar. En definitiva es un trabajo, nos dedicamos a esto, pero tiene mucho de arte. El entrenador tiene que descubrir lo que está por venir, apoyarse en lo que conoce, pero visualizar lo que tiene por delante y ese es un aprendizaje constante. Nunca terminamos de descubrir cosas, siempre las generaciones fueron presentando cosas nuevas, inquietudes que obligaban a irse adecuando al nuevo grupo, al nuevo plantel. Todo entrenador debe ir recorriendo su propio camino, con éxito y con derrotas, que nos dejan muchísimo".

Si bien aceptó que el paso del tiempo va acumulando experiencia, resaltó que las demandas nuevas siempre aparecen. "A medida que pasan los años y vamos creciendo y vamos mejorando, el aprendizaje es más chico porque vamos acumulando conocimiento, sabiduría. Pero es algo permanente. Los futbolistas siempre van proponiendo demandas nuevas y el fútbol también. Hay que ver la manera de llegarse a ese muchacho, acompañarlos en el desarrollo. Llenarlos del punto de vista de la formación y del conocimiento, porque siempre van queriendo más soluciones a la exigencia nueva que se van sometiendo".

Coito explicó el papel del entrenador al resaltar "entrenamos decisiones y gestionamos voluntades. Estamos todo el tiempo preparando partidos, armando entrenamientos desde el juego. Ese fue otro aprendizaje, porque yo imaginaba entrenamientos que había aprendido o que había visto y quería llevárselos al jugador y de repente sin un claro objetivo que perseguía. Y el fútbol me enseñó que el entrenamiento sale del juego y vuelve al juego a los efectos de mejorar esa toma de decisiones que es lo que el futbolista está haciendo todo el tiempo. Eso es así, entrenar a esas decisiones que van a tomar y gestionar voluntades de eso tan importante que es lograr el sentido de pertenencia, el compromiso al proyecto que armamos como entrenador y que lógicamente deseamos que, como todos, el éxito".

Al hablar del proceso y tomando como ejemplo lo que hizo en las selecciones juveniles uruguayas, Coito destacó: "He aprendido muchas cosas a lo largo de estos años y cuando uno habla de proceso lo asocia a tiempo. Pero también el proceso te obliga a realizar un diagnóstico: qué es lo que quiero y cómo lo hago. A dónde voy a llegar y cómo lo voy a hacer. Se precisa una planificación, eso es absolutamente imprescindible. Planificar el camino que quiero recorrer hacia ese objetivo final. Ahí está la aparición, en ese diagnóstico, de plantear objetivos. En la Selección nacional había objetivos que trascendían a lo futbolístico, sobre todo en la categorías más jóvenes. Planificación y control son dos cosas que hay que evaluar de forma permanente en el proceso. En esa planificación de juveniles hay un gran desafío que es de formación. El éxito de todo entrenador, pero fundamentalmente de juveniles, es interpretar o ver que lo que tomaste en un principio cuando terminó el periodo lo mejoraste, del punto de vista individual y colectivo, pero sobre todo del punto de vista humano. Porque tenemos muy claro los entrenadores juveniles que de ese montón de jugadores que tenemos con grandes condiciones hay una gran cantidad que no va a llegar, por lo tanto también hay que dejar cosas. Apuntar del punto de vista humano para que el fútbol les haya dejado el día que por determinadas razones no puedan seguir en el fútbol".

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