Clásico
Para el aurinegro es clave el “Cebolla”; el tricolor precisa generarle juego a Bergessio.
Ningún enfrentamiento genera tanta expectativa. Para los hinchas es imposible, en la previa de cada encuentro, impedir que pidan permiso para ingresar los gratos recuerdos. De un lado y del otro, además, tratan de empujar los fantasmas pasados para que no vuelvan a aparecer en la tarde del domingo. El fútbol es tremendo. Único. Y mucho más cuando los que se miden son Peñarol y Nacional.
Siempre tienen cosas importantes que dirimir. Siempre se ponen por arriba de todo. Sí, es cierto, después vendrá la definición del Torneo Apertura, pero nada será tan apasionante a lo que ofrecerá este domingo de clásico.
¿Y cómo llegan? Quizás, como pocas veces, sea más difícil colocar en la puerta de la concentración de uno de los dos el cartel de amplio favorito., especialmente porque en medio de este andar por el campeonato hayan mostrado algunas debilidades que para su fortuna no fueron aprovechadas por sus rivales.
El equipo de Leonardo Ramos entregó mejores sensaciones en exposiciones futbolísticas, pero en algún cotejo también supo disfrutar de una adecuada dosis de fortuna o tener un arquero muy seguro que le posibilitó seguir su marcha en la búsqueda del certamen sin perder mayor terreno.
Los de Alexander Medina, en tanto, han avanzado más a los tumbos, y hasta con rendimientos llamativamente pobres, pero nadie le puede quitar el mérito de haber llegado a seis partidos sin recibir goles en su arco.
Para ninguno de los dos el clásico será un simple trámite. Nunca lo es, pero esto suele ocurrir por la presión que ejerce tener enfrente al rival de todas las horas. Hoy, hay carencias de un lado y del otro que los tendrá en una silla eléctrica durante más de 90 minutos.
¿Cómo lo ganan? Para el carbonero es crucial el desempeño que tenga Cristian Rodríguez, por robo el gran protagonista de su juego. Con un “Cebolla” muy participativo en la generación, quebrando líneas defensivas y teniendo socios que se muevan con rapidez por afuera, Peñarol conseguirá la profundidad necesaria que demandará mayor desgaste de los interiores tricolores.
Ramos ya sabe, además, que una presión alta genera enorme daño en su adversario. Lo disfrutó en uno de los clásicos del verano y lo comprobó en este certamen cuando algún equipo se decidió por apostar a quitarle el protagonismo a Nacional en el control de la pelota.
Para el tricolor lo principal es potenciar de manera urgente el abastecimiento para el argentino Gonzalo Bergessio. Con dificultades grandes de armar el juego desde el pasillo central de la cancha, tarea que se entrega casi en exclusividad al juvenil Christian Oliva, si no hay participación importante desde las bandas el bolso se limita mucho para poder quebrar la resistencia defensiva del rival.
Medina sabe que Dawson ha sido figura en varios partidos, lo que deja en evidencia que del medio para atrás el aurinegro no es tan consistente y que se van a necesitar más acciones ofensivas para romper el cero.
A Peñarol lo empujan los últimos dos clásicos ganados. A Nacional lo fortalecen los números de su plantel. Llegó el clásico. Lo mejor del fútbol uruguayo.
Aurinegros:
- Dawson: Un error en la Copa no puede borrar lo bueno que ha hecho Kevin Dawson, afianzado en Peñarol por grandes rendimientos.
- Arias: El “Cachila” empuja, mete, gana por arriba, anticipa bien. Se convirtió en un líder por el coraje con el que afronta cada partido.
- Varela: Que dispute el puesto de lateral derecho de la Celeste refleja su trascendencia. Buen pie e inteligencia para tomar decisiones. Gravitante.
- Pereira: En los últimos partidos el trabajo de Guzmán creció. Se plantó bien en el eje central del mediocampo.
- "Cebolla": Es el jugador que se puede adueñar del partido. Por potencia, personalidad y categoría es el hombre más determinante.
- Canobbio: Tiene destino de selección gracias a su velocidad y su capacidad para ganar en el uno contra uno. Puede jugar por ambos costados.
- "Maxi": Ha sido más importante generando espacios y asistiendo que definiendo, aunque en los últimos partidos se ha reencontrado con la red.
Tricolores:
- Conde: Tranquilidad:es lo que puede tener todo el fondo de Nacional gracias a la seguridad que ofrece Esteban Conde. Es un jugador muy importante.
- Polenta: Capitán con enorme gravitación en sus compañeros y rivales. Es verdad que a veces se extralimita, pero es un metedor empedernido.
- Peruzzi: Con Peruzzi Nacional gana en calidad de desborde, porque culmina bien las jugadas. Marca la diferencia cuando se desdobla y centra.
- Oliva: Medina encontró un volante muy completo, porque Christian Oliva no solo destruye, sino que genera. Y, además, llega al gol.
- Zunino: Cuando enciende los motores para irse al ataque su habilidad le permite sacarse muchos rivales de arriba. Es criterioso y muy habilidoso.
- Fernández: Un jugador clásico, de los que rinde cuando otros no consiguen superar la presión. “Papelito” es un rival de enorme cuidado.
- Bergessio: Si lo habilitan correctamente el delantero argentino puede convertirse en el hombre determinante del clásico. Su calidad para definir fue expuesta.