Nacional le lleva 10 puntos a Peñarol, pero están parejos en otros rubros.

Si un finlandés —por ejemplo— mirase la tabla de posiciones y viera que el cruce se da entre el equipo que va primero y el noveno, y que además, entre uno y otro hay 10 puntos de diferencia, no dudaría en apostar todos los boletos al líder del Uruguayo Especial.

Pero ese mismo finlandés, que no conoce la esencia del fútbol uruguayo, ni lo que significa un clásico, quizás se sorprendería si su apuesta sufre un revés y el que termina ganando es el equipo que llega con números negativos.

Y es un poco lo que se espera de este clásico. Nacional llega como puntero y con una diferencia abismal en la tabla, pero no es garantía de victoria, al menos en este tipo de encuentros clásicos.

Es, lógicamente, una diferencia considerable y que marca lo que ha sido la campaña de uno y otro a lo largo de estas 12 fechas.

Peñarol sufrió la sequía goleadora de sus delanteros en las primeras fechas del torneo y no pudo sacar provecho de un inicio poco convincente de Nacional (donde perdió dos de los tres primeros encuentros disputados) y se fue quedando en la tabla por falta de gol y de puntería ante el arco de sus rivales.

El aurinegro cayó en un pozo y se despidió temprano del título. La posibilidad de lograr el bi-camperonato quedó trunca tras su derrota con Danubio en Jardines y a partir de ese momento, deambuló por la tabla de posiciones con más errores que virtudes.

El tricolor perdió con Liverpool (tercera fecha) y después logró hilvanar siete victorias al hilo en una racha fenomenal de sus hombres.

Esa remontada lo llevó a la cima y a pelear, palmo a palmo con Danubio, el Uruguayo Especial.

Hoy se van a enfrentar el primero y el noveno de la tabla, el equipo que va por todo y el que busca paliar su crisis deportiva con una victoria que maquille la floja campaña.

La tabla no miente. Los números son claros, pero... clásicos son clásicos y puede pasar cualquier cosa.

URUGUAYO ESPECIALJOSÉ MASTANDREA