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Sumó otro problema

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Tricolores. La derrota frente a Wanderers el sábado 3-1 y el triunfo de Peñarol ante Danubio ayer, dejó a Nacional como segundo en la Tabla Anual.

NACIONAL

A la falta de contundencia ofensiva el tricolor tuvo inconvenientes en la zaga

El momento de Nacional no es el mejor en lo que va de la temporada. El tricolor perdió la punta de la Tabla Anual y quedó a seis puntos de Peñarol en el Torneo Clausura.

Si bien falta mucha tela por cortar todavía, con clásico incluido, las últimas actuaciones del equipo de Alexander Medina no conformaron a los hinchas, tampoco a los jugadores y al cuerpo técnico.

Es que antes de enfrentar a Wanderers el sábado en el Gran Parque Central, el principal problema de Nacional era ofensivo. El equipo generaba situaciones de peligro pero no las concretaba.

Ya le había pasado en algunos pasajes del encuentro frente a Racing en la sexta fecha, le sucedió a lo largo de todo el partido de la séptima fecha como visitante en el Parque Federico Omar Saroldi ante River Plate y lo volvió a padecer el sábado con Wanderers.

Si bien en la última presentación el equipo de Medina logró convertir y fue gracias al tanto de Gonzalo Bergessio, quien se reencontró con el gol a nivel local después de haberle hecho uno a Cerro en la cuarta jornada del Clausura, el principal problema de Nacional frente a los bohemios estuvo en la defensa.

Wanderers le generó tres situaciones de peligro en el área y todas terminaron en gol, redondeando una producción que contó un 100% de efectividad, lo contrario a un deslucido equipo tricolor.

En el primer tanto de los bohemios, la zaga falló primero en un despeje y luego dejaron solo a Nicolás Albarracín, quien definió solo para poner el 1-0.

Luego, tres minutos más tarde, Rodrigo Pastorini se metió en el área y cuando quiso enganchar para afuera, Rodrigo Erramuspe lo derribó y le cometió un claro penal que derivó en el segundo gol del equipo de Eduardo Espinel.

Por último, ya en el cierre del encuentro y con casi todo Nacional volcado en la ofensiva, Rodrigo Rivero encaró en velocidad por la izquierda, midió el ingreso de Pastorini en el área y le puso la pelota al “9” que anticipó a la zaga y también a Esteban Conde para sentenciar el definitivo 3-1.

Nacional genera fútbol, pero no tiene contundencia. A eso le sumó otro problema el sábado: las fallas defensivas que le costaron muy caro ante un efectivo equipo bohemio.

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