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Suerte de campeón: Nacional no jugó bien, pero venció a Danubio

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El saludo de todos sus compañeros a Rafael García tras el gol. Foto: Gerardo Pérez.

EN EL PARQUE CENTRAL

Con un gol que llegó tras una jugada fortuita, los dirigidos por Álvaro Gutiérrez vencieron al franjeado y ahora lideran en solitario el Torneo Clausura.

Además del buen y completo plantel que tiene Nacional, de la calidad individual de muchos de sus futbolistas, de su condición de equipo grande y de la confianza que le da la seguidilla de triunfos, tiene algo que todo equipo con aspiraciones debe tener: la suerte del campeón.

El tricolor fue superado por Danubio desde lo futbolístico, pero tuvo dos grandes virtudes: el haber mantenido el cero en su arco, lo que a la larga fue clave para lograr los tres puntos, y esa cuota de fortuna necesaria al encontrar el gol luego de un muy buen remate de Rafa García a los 15’ que dio en el poste, luego en la espalda del arquero Cristóforo y finalmente se metió al arco.

Y allí quedaron nombrados los dos protagonistas principales de Nacional, porque Rafa hizo el gol y Rochet lo hizo valer con una volada espectacular para sacarle un tiro a Mederos a los 27’ y luego en la última jugada, para quedarse con un remate cruzado de Matías Jonne. Del resto se encargó la propia impericia de los danubianos a la hora de definir.

Fueron bastante más las llegadas del equipo dirigido por Mauricio Larriera que las de los tricolores. En el segundo tiempo las dos jugadas más claras de gol cayeron del lado de la franja: un disparo de Mederos al borde del área chica que casi sin oposición mandó por encima del travesaño y un cabezazo de Sergio Felipe que dio en el horizontal.

¿Mereció el empate Danubio? Sí, porque presionó bien, achicó los espacios, se hizo dueño del mediocampo, llegó por las bandas (sobre todo en el final, cuando ingresó Brian Acosta), tuvo juego asociado, puso varios futbolistas en el área rival y sacó de foco a Nacional. “Lo que menos me gustó fue el mal manejo que hicimos de la pelota. Eso fue restándole confianza al equipo y a su vez se la dio al rival”, reconoció Álvaro Gutiérrez luego del partido.

La presión efectiva de Danubio hizo que los tricolores fallaran muchos pases y en la segunda mitad no exigieran en lo más mínimo a Cristóforo.

¿En qué falló la franja? En la definición, porque no supo aprovechar las asistencias milimétricas de Carlos Grossmuller. Todo lo demás lo hizo bien.

Lo importante para Nacional fue que sumó tres puntos y es el único líder del Clausura con puntaje perfecto (15 de 15), pero además se demostró que incluso jugando mal puede ganar. Como lo admitió el propio entrenador, fue el peor partido en mucho tiempo, pero aun así se llevó los tres puntos, hilvanó el séptimo triunfo consecutivo y el decimoprimer partido seguido sin derrotas por el torneo local.

Con ello no solo se afianza en el Clausura, sino en la Anual, en la que se puede alejar todavía más si hoy no ganan Cerro Largo y Peñarol.

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