Publicidad

El sueño de Luis: Suárez juega el partido de su vida

Compartir esta noticia
Neymar, Suárez y Messi.
Neymar, Suárez y Messi.<br/>
Jorge Guerrero

Barça y Juve disputan la final de la Champions y el “Pistolero” va por el título.

Tengo 26 años, necesito jugar la Champions League". La prensa comenzó a difundir la obsesión de Luis Suárez por jugar el máximo torneo continental allá por julio de 2013. El salteño veía que el Liverpool le estaba quedando pequeño para el crecimiento que él estaba desarrollando justo cuando se aproximaba al apogeo de su carrera y todavía no había podido disfrutar como deseaba de la competición con la que había soñado en su infancia, viendo a aquel Barça de Ronaldinho. Fue en ese mercado de pases en el que el Arsenal se interesó por él, prometiéndole jugar la Champions. Su amigo Steven Gerrard le dio entonces un consejo profético: "No vayas, eres demasiado bueno para jugar allí. Si marcas 30 goles y te conviertes en el jugador del año aquí, en la Premier, el Real y el Barça vendrán a por ti la próxima temporada".

Suárez le hizo caso. Anotó 31, por las dudas, y efectivamente los gigantes españoles llamaron a su puerta. Decidió seguir el camino de su corazón y se puso los colores que siente desde aquellos buenos recuerdos de juventud. Los más escépticos pensaron que se había equivocado de rumbo, porque allí estaba Messi apocando el talento de los que están a su alrededor, en un equipo donde el estilo preciosista y de toque por el que apuesta no le favorecería en su adaptación. Eso se decía.

Pero resultó que allí le esperaba un destino idílico: se convirtió en la pieza que faltaba para que tanto Messi como Neymar volvieran a sus máximos. Adaptó su juego con tanta humildad que en un principio resultaba irreconocible verle tan obsesionado por conectar paredes y dar asistencias, sin perder nunca su permanente desgaste y búsqueda del espacio. Los tres mejoraron y se convirtieron en la temida "MSN", cumpliendo las expectativas que el imaginario colectivo se hizo cuando se supo que estos tres sudamericanos compartirían equipo. Hoy son favoritos ante una Juventus que pretende recuperar el trono que tuvo no hace tanto en el fútbol europeo. No tiene rival en Italia y por ello se le viene reclamando más protagonismo continental. Inferiores en poderío, los italianos se aferran a su orden y espíritu combativo para dar la sorpresa. En sus filas, aunque sin poder jugar por lesión, Martín Cáceres tiene la chance de sumar la que sería su segunda Champions. Esta tarde (15:45), el mundo fútbol se paraliza, igual que Uruguay, para ver la suerte de los suyos.

Dos técnicos y un destino: triunfar.

El destino de los dos entrenadores que hoy se enfrentan en la final de Champions de Berlín tiene grandes puntos en común. Tanto Massimiliano Allegri como Luis Enrique, exfutbolistas ambos, llegaron a sus cargos en el inicio de esta misma temporada, y lo más llamativo es que los dos lo hicieron despertando ciertas dudas entre sus hinchas, cierta desconfianza que sus rendimientos han conseguido enterrar por completo. El italiano aterrizó en el banco de la Juventus tras haber sido despedido por el Milan a mediados de la temporada pasada y se encontró con un frío recibimiento: llegaba para sustituir al predilecto Antonio Conte, que se fue para ser seleccionador italiano después de haber conquistado los tres últimos Scudettos y las dos últimas Supercopas de Italia. El tiempo también supo dar la razón a Luis Enrique, que fue el elegido para liderar la renovación del Barça tras el año en blanco del "Tata" Martino. El ex temperamental capitán culé, los hinchas dudaban de sus estrictos métodos a pesar de que su estilo de juego mana de la misma raíz que el de Pep Guardiola. De hecho, estuvo cerca de ser su sentencia, ya que le llevaron a enemistarse con Messi. Para su fortuna, aquel enfrentamiento sirvió para que el argentino volviese a su mejor nivel y hoy ambos tienen al alcance el triplete. Lo mismo que Allegri. Son dos técnicos que supieron imponerse a la desconfianza.

LAS CLAVES.

Ataque. La "MSN" tiene el control de la final.

El tridente que conforman Messi, Neymar y Suárez acumula tanto talento que en cualquier momento de inspiración puede decantar el título hacia el lado culé. Por su parte, gran parte de las esperanzas de la "Juve" pasa por el protagonismo que pueda tener Tévez: será fundamental que le ayuden Morata, Vidal y Pogba.

Mediocampo. Es de esperar dominio culé.

Aunque luego pueda pasar cualquier cosa, lo previsible es que el Barça se haga con el control del mediocampo y trate de dominar ante una Juve bien cerrada. Aún así, no le será tan fácil como otros días ante un rival acostumbrado a "morder" en la presión y con una gran capacidad de desgaste físico.

Defensa. Mascherano y Piqué, casi suficiente.

Mientras la Juventus se resigna ante las importantes bajas de Chiellini y Cáceres, volcando sus esperanzas en Bonucci y el corpulento Barzagli, el Barcelona luce su zaga de lujo con unos Piqué y Mascherano en mejor forma que nunca. Alves y Alba se van al ataque y les ayuda en el equilibrio defensivo Sergio Busquets.

LAS PROMESAS.

Morata. La perla blanca explotó.

Álvaro Morata (22) es un joven delantero criado en la cantera del Real Madrid que el año pasado aterrizó en Turín en busca de minutos que desatascaran su crecimiento. En la Juve explotó y no tardó en hacerse un lugar fijo al lado de Tévez.

Ter Stegen. Talento alemán tipo Neuer.

El joven golero (23) se destacó desde muy pronto en el Borussia Mgladbach por su tremenda agilidad y su gran manejo de la pelota con los pies. En su primer año en el Barça, y a pesar de jugar sólo la Champions, siendo suplente de Bravo en la Liga, ya consiguió ser considerado como el heredero de Manuel Neuer.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Tridente. Neymar, Suárez y Messi, los dueños de la ilusión de los hinchas de Barcelona, procurarán llevar a su equipo a otro éxito.

Final Champions LeagueJORGE ALDEA

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad