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Suárez y dos cenas que salvaron a Messi

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Luis Suárez y Lionel Messi
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El "Pistolero" fue clave para que la "Pulga" no dejara el Barcelona en 2016. Cuando el argentino estaba decidido a irse y los directivos no podían convencerlo, Suárez lo invitó a cenar y lo terminó convenciendo.

El fin de la temporada 2016 para Lionel Messi fue uno de los momentos más difíciles de su carrera. Tras perder su segunda Copa América consecutiva y perseguido por el fisco español, necesitaba un cambio y estuvo a punto de tomar una decisión muy importante: dejar el Barcelona.

Todo comenzó cuando el jugador perdió su segunda final continental ante Chile. Saturado y frustrado, encaró a los medios de comunicación fuera de los vestuarios y anunció que no jugaría más en la selección albiceleste. La respuesta sorprendió a todos y fue el principio de unos tiempos agitados.

La "Pulga" no pasaba por un buen momento en la selección y tampoco en España. A principios de julio fue condenado a 21 meses de prisión por evasión fiscal y fue la gota que derramó el vaso. Junto a su familia decidieron tomar otro rumbo y el jugador pidió a los directivos que lo transfirieran a Manchester City.

La operación retención de Messi comenzó en ese momento, según relata Mundo Deportivo en una nota publicada este miércoles. Barcelona manifestó que la única forma de dejarlo ir era pagando la cláusula de rescisión en 250 millones de dólares, algo que ni los ingleses ni el jugador estaban dispuestos a hacer.

Los "Culés", encabezados porJosep Maria Bartomeu y Jordi Mestre, presidente y vicepresidente del club, intentaron convencer a Messi pero las conversaciones fueron en vano. Ante la negativa del jugador buscaron a un aliado, su padre, Jorge Messi. Tras viajar a Miami y tener una conversación, el panorama no fue para nada alentador y la salida del astro era casi un hecho.

Casi sin esperanza, los directivos del Barcelona encontraron la llave que destrabó el conflicto: Luis Suárez. El "Pistolero" también estaba muy preocupado por la partida de Messi y tomó la posta en las negociaciones.

Suárez invitó a Messi a cenar fuera de su casa y charlaron largamente, según explica Mundo Deportivo. No conforme con lo logrado ese primer día, Suárez volvió a invitarlo a cenar para convencerlo de ir a entrenar juntos.

El salteño lo logró y Messi decidió acortar sus vacaciones una semana y sumarse a la pretemporada en elSaint George’s Park. Tal como suponía Suárez, el ambiente entre los compañeros y el cuerpo técnico alejó el malhumor y enojo de Messi con la prensa y justicia española e hizo que cambie de opinión.

Ahora, un año después, el argentino está contento en Barcelona y las negociaciones van viento en popa para renovar por varios años.

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Luis Suárez y Lionel Messi

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