Bueno minimizó el juego del rival; a Arias le dolió el gol.

Desazón. Eso es lo que reflejaron los jugadores y el DT de Wanderers en sus declaraciones, tras el empate 1-1 ante Racing por la Libertadores. Es que los tres puntos se escaparon por un error y ahora deben salir a buscar la clasificación en Avellaneda.

Cerca del final una jugada personal de Bou y el cabezazo de Fernández le dejaron un sabor de boca amargo. Ese gol duele por el resultado y además porque uno de los objetivos de Arias era evitar recibir goles de local. "No puedo ocultar que ese gol nos duele y además es un gol doble", expresó el DT.

Si bien el resultado no fue el esperado el técnico cree en los suyos. "Tengo confianza en mi equipo, es valiente, añora, se ilusiona y ese motor de la ilusión puede lograr cualquier cosa", explicó.

La sensación que quedó en el vestuario de los del Prado fue que la serie está abierta. No por el resultado sino por el desarrollo del juego. El favoritismo que tenía Racing en la previa no se reflejó en la cancha.

Por su parte, el defensor Gastón Bueno quedó conforme con el desempeño "bohemio" y es optimista para la revancha. Además cree que se tiraron abajo algunos preconceptos que existían en la previa. "Sabemos que ellos no son ningún cuco y allá en Argentina le vamos a salir a jugar de la misma manera", dijo.

A pesar de la conformidad con respecto al desempeño del equipo, Bueno explicó que no está satisfecho con el resultado y la forma en que se dio: "Nos vamos con una amargura bárbara, nos enfrentamos a un rival durísimo pero teníamos el partido ganado", declaró.

Tanto Bueno como Arias intentaron evitar hablar sobre el arbitraje pero de alguna manera lo terminaron haciendo. El DT dijo que si bien hay que convivir con el error, en el segundo tiempo los errores se dieron siempre contra su equipo. Bueno, por su parte, le encontró una explicación: "Sabemos que en la Libertadores no tenemos peso, somos un equipo en desarrollo que estamos jugando nuestras primeras copas".

Con la tristeza de lo que podría haber conseguido, pero sabiendo que queda la revancha en la Copa, Wanderers debe salir a buscar.

A los 66 Burián cortó un centro al área y Grimi, defensor argentino, le pegó una patada en el pecho que el juez, Cortez, penó sólo con amarilla. Luego del partido y viendo cómo quedó el arquero, la polémica se instaló. ¿No merecía la roja el jugador de Racing? Burián, bastante dolorido luego del partido, fue claro con respecto al tema: "Fue una patada en el pecho; sabés que el arquero va con las manos y si eso no es roja no sé qué va a ser roja. te tienen que pegar un tiro adentro de la cancha", declaró. Cortez no lo consideró así y Grimi está para la vuelta.

El partido de vuelta entre Wanderers y Racing se disputará el jueves próximo a las 18:45 en el "Cilindro" de Avellaneda. En un momento se evaluó adelantar la fecha para evitar que las hinchadas de Racing y Boca Juniors, que juega el mismo día, se crucen, pero la Conmebol rechazó la propuesta de los argentinos.

El presidente de Racing, Víctor Blanco, habló luego del partido y explicó que debido al plantel corto del club, en su opinión deberían priorizar la Copa Libertadores. Además no se mostró sorprendido por el partido que hizo Wanderers. "Lo veníamos observando toda la copa y sabíamos que no iba a ser fácil acá", expresó Blanco.

Si Wanderers pasa de fase logrará su mejor campaña en Copa Libertadores, pero no es lo único en juego. La Conmebol otorga un premio de US$ 650.000 a aquellos equipos que alcancen los cuartos de final. Para el "bohemio" esa cifra sería un gran ingreso, por lo que está en juego algo más que un récord.

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