TORNEO CLAUSURA

Nacional encontró estabilidad y confianza con el 4-1-4-1 que viene proponiendo Álvaro Gutiérrez desde el clásico contra Peñarol por el Intermedio. Aunque muchas veces pasa a ser un 4-3-3 ya que los extremos pasan a jugar como delanteros, a los costados del centrodelantero.

Pero lo que no cambia es la posición de Rafael García, un futbolista que muchas veces es minimizado en sus rendimientos, hasta por algunos hinchas del tricolor, pero que suele responder en la cancha.

“Rafa” está jugando como volante tapón, y unos metros más adelante juega Matías Zunino por derecha y Felipe Carballo por izquierda. Al menos, fue lo que sucedió en el triunfo contra Boston River del sábado en el Campeones Olímpicos. Habrá que ver qué decisión toma Álvaro Gutiérrez cuando regrese Gabriel Neves, que según las expresiones del DT, estará pronto para enfrentar a Danubio el miércoles en el Gran Parque Central.

La posición de García genera que gane protagonismo en la recuperación, que es uno de sus principales fuertes, y adelante tiene más opciones para jugar la pelota con eficacia.

No sólo es un buen recuperador, también tácticamente García se destaca, porque es un jugador que cubre bien los espacios de sus compañeros y esa situación le brinda tranquilidad al resto del equipo.

“Rafa” no se destaca por el juego con la pelota en los pies, y en el primer tiempo en Florida tuvo un par de malas entregas, pero también fue el que inició la jugada del primer gol con un cambio de frente a distancia que terminó en los pies de Gonzalo Castro, para luego la entrada por el medio del área de Thiago Vecino y la posterior definición de Felipe Carballo con su cabeza.

Precisamente, Carballo fue el jugador más destacado de Nacional en Florida y es otro futbolista que se siente muy cómodo con este sistema táctico que está usando el “Guti”, porque tiene libertad para manejar la pelota, es salida constante, no cuenta con tantas responsabilidades a la hora de la marca y está con confianza, algo que evidentemente influye de sobremanera.

Hoy en día, Carballo se transformó en titular indiscutido como lo era también con el argentino Eduardo Domínguez.