Tras jugar en 24 días el 67% de los minutos que actuó en todo el semestre pasado, volvió Pereiro.

Unas nueve horas después de terminado el partido entre Uruguay y Argentina, en los hechos la final del Sudamericano Sub 20, Gastón Pereiro estaba haciendo trabajos regenerativos en Los Céspedes. Adhesión a la causa, que le dicen. Y deseo de recuperar el puesto perdido en el equipo tricolor, entendiendo que este es un buen momento para hacerlo.

Todo indica que Pereiro va a estar a la orden el jueves para la revancha contra Palestino. "Vamos a ver cómo llega", había dicho Álvaro Gutiérrez en los últimos días acerca de la chance de contar con Pereiro y las posibilidades, incluso, de ser titular, volviendo al sistema utilizado a lo largo del Apertura.

Pereiro, más allá de sus 19 años, reconoció durante el Sudamericano sentir la acumulación de partidos. Y es lógico. Con Nacional jugó 957 minutos en el Apertura, es decir, en 14 partidos en unos cuatro meses. Con la sub 20 acaba de jugar 639 minutos (equivalente al 67% de los jugados en todo el semestre pasado) en ocho partidos jugados en el correr de 24 días.

Que el fútbol es una cuestión de momentos varias veces ha quedado demostrado. Por ejemplo, en el propio Nacional, hace unos años. En 2009, Nicolás Lodeiro y el "Morro" García prácticamente fueron del avión al Parque después del Sudamericano Sub 20 de Venezuela, entraron a los 70 del debut copero tricolor con el partido 1-1 ante Universidad San Martín de Porres y fueron claves en la victoria (con gol de Lodeiro a los 90).

Esta vez, tras una charla de Alejandro Lembo con Fabián Pumar, dirigente de la Mutual de Futbolistas, Álvaro Gutiérrez decidió incluir la semana pasada a Pereiro en la lista de 25 para la llave ante Palestino, pensando en la revancha.

Como dijera el dirigente José Fuentes a Ovación cuando se anunció la lista, postergarle la licencia a Pereiro era una cuestión de sentido común, ya que es un acuerdo entre empleado y empleador y en este caso las partes están alineadas.

Si es la solución o no para el equipo de Gutiérrez, es otro tema. La vuelta a un 4-2-3-1 (que no ha sido confirmada por el técnico, quien fue claro: "no podemos quemar las naves de entrada"), le daría lugar en el equipo a Álvaro Recoba o Pereiro, buscando que la pelota le llegue en mejores condiciones a Iván Alonso, por ejemplo, y teniendo en cuenta que fue de los jugadores que más sufrió la ida en Santiago, quedando muchas veces desconectado del resto.

Hoy, en la cancha, Gutiérrez empezará a probar. Ahora tiene una alternativa más.

Aquel "va a pasar" que Gustavo Munúa tiró con confianza a Ovación subiendo al piso 8 del Intercontinental de Santiago unas horas después del partido, fue con fundamentos. El arquero ha entrenado con precauciones, pero nada indica que el fuerte golpe en la zona del hombro lo sacará de la revancha. "Viendo lo que vimos, somos conscientes que la eliminatoria se puede dar vuelta, con todo respeto. Pero no hemos hecho un buen partido, es la realidad. Hay que ser autocríticos y decir las cosas como son", opinó.

NACIONALDIEGO PÉREZ