Hizo el golazo que definió el partido; manejó siempre bien la pelota y marcó con precisión en el medio. Un partidazo.

Soñaba con un gol clásico y me tenía confianza para hacerlo. De hecho, se lo dije a varios compañeros que hoy (por ayer) iba a hacer un gol. Ya cuando me da la pared Rodrigo (Aguirre) tenía claro que le iba a pegar el arco y por suerte salió bien, al lugar que quería. Con Rodrigo hablamos y él sabe que me la tiene que dejar ahí para que yo le pueda pegar directo al arco”, afirmó la figura del clásico, Sebastián Rodríguez.

El volante tricolor hizo todo bien contra Peñarol. Y ese concepto va mucho más allá del golazo, que a la postre fue la diferencia del encuentro.

Es que el número 16 tricolor hizo disfrutar a la pelota, siempre manejándola con criterio.

El exjugador de Liverpool fue uno de los tres volantes que puso el técnico Martín Lasarte y jugó a la izquierda de Gonzalo Porras, que fue el mediocampista tapón. Los elegidos del DT para jugar en el medio fueron un acierto, porque Porras se mostró muy bien, siendo el balance del equipo, contagiando a sus compañeros con su entrega y marca; y porque Álvaro González -que no venía mostrando su mejor nivel y que apenas jugó media hora en Río de Janeiro contra Botafogo- tuvo un buen desempeño, cerrando las subidas de Lucas Hernández (ahogando al lateral junto a Sebastián Fernández cada vez que tomaba la pelota) y terminando como lateral ante la lesión de Jorge Fucile a 20 minutos del final del juego.

Rodríguez no sólo manejó bien el balón, sino que también marcó y corrió mucho. Ejemplo de ello es una jugada que se dio a los 73’, cuando Hernández mandó un centro al corazón del área que tenía como destino a Mathías Corujo, que estaba solo por la derecha; pero antes apareció el “16” para cerrar, mandar la pelota al córner y evitar que el “Chiche” quedara mano a mano con Conde.

“Después del golpe que nos dimos en la Copa para nosotros era importante ganar y demostrar que somos un grupo fuerte, que quería ganar sí o sí para mostrar que estamos bien y que vamos por todo”, agregó Rodríguez, que vivió su noche soñada y que ayudó para que Nacional extienda su invicto de 12 partidos sin derrotas contra Peñarol.

Corrían 27 minutos cuando Rodríguez tomó la pelota en tres cuartos de cancha, hizo la pared con Rodrigo Aguirre, que le dejó la pelota servida para rematar. El 16 tricolor sacó un zapatazo de derecha que fue inatajable para Kevin Dawson.

Una de las principales cualidades que tiene Rodríguez es su visión de juego y su buen manejo de pelota y anoche lo reflejó a la perfección en el Estadio Centenario. Jugando a la izquierda de Gonzalo Porras, jugó la pelota siempre con criterio.

NACIONALJUAN PABLO ROMERO