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Sebastián Píriz se va sin rencor

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Sebastián Píriz.
Archivo El Pais

“Si sentía que todo estaba en contra mío, me iba a perjudicar yo”, dijo el volante que rescindirá su contrato.

Sebastián Píriz, aún en la cancha, se abraza con Marcelo Zalayeta. Unos minutos después, entra llorando al vestuario. El volante, sabía que era su último partido en Peñarol, club al que llegó en diciembre de 2012, para cumplir un sueño. "Se me cruzaron muchas cosas por la cabeza. Por lo que significó para mí jugar en Peñarol. Era algo que había anhelado mucho, también por mi papá", le contó a Ovación.

Al volante se le extendió el contrato para que pudiera jugar el último partido frente a Juventud, pero lo rescindirá. Sus representantes le han hablado de diferentes ofertas y seguirá su carrera en el exterior. "Siento que cumplí un ciclo en Peñarol, necesito crecer como futbolista. Capaz que puedo madurar más en otro medio", explicó.

La relación de Píriz con la hinchada aurinegra ha sido tensa durante el Apertura. Bastaba que tocara la pelota para que los silbidos bajaran de la tribuna, pero él no le guarda rencor. "No podía estar pensando en eso. Si sentía que todo estaba en contra mío, me iba a perjudicar yo mismo", dijo. "La gente se pone así cuando las cosas no salen, pero uno no puede entrar en eso. Los hinchas son hinchas", añadió.

Durante el torneo pasado, el volante no sintió esa animosidad, quizás porque hizo unos cuantos goles. "Capaz que lo disimulaba con los goles", reconoció. Haber jugado con zapatos blancos un partido amistoso de pretemporada en el Campus, influyó en su relación con los hinchas. "Capaz que fue un desliz mío, pero como siempre entrenaba con esos zapatos... Igual, nunca le voy a tener rencor a nadie", finalizó Píriz quien esta semana seguirá entrenando con sus compañeros, para disfrutar del grupo hasta el final.

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Sebastián Píriz.

PeñarolSILVIA PÉREZ

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