Lo que ocurrió una vez finalizado el partido entre Peñarol y Palmeiras traerá consecuencias para ambos lados.

Según informa GloboEsporte, las sanciones que se analizan en este momento por parte de la Conmebol son: "una multa (de hasta de US$ 400.000), la obligación de jugar a puerta cerradas, la prohibición de actuar en un determinado estadio, la obligación de jugar en un país diferente al suyo, la suspensión de esta, e incluso futuras ediciones, de la Libertadores".

De acuerdo a lo que pudo averiguar dicho medio norteño, la severidad de dicha sanción se debe que la Conmebol quiere cambiar la imagen (fraude asciende a más de 140 millones de dólares) y marcar un precedente ante las demás instituciones para que no se vuelvan a repetir estos acontecimientos.

Esta semana llegará a la Conmebol el informe de los árbitros, del responsable de seguridad y del representante de la Confederación acerca de los hechos ocurridos dentro y fuera del campo de juego.

Vale aclarar que ahora los equipos tendrán cuatro días para presentar sus descargos en la Conmebol. Los futbolistas mirasoles implicados podrían no ser sancionados para el partido del próximo martes con Atlético Tucumán y sí hacerlo a partir del último choque del grupo ante Jorge Wilstermann en Montevideo.

El Artículo 10 de infracciones y sanciones por comportamientos impropios de los jugadores y oficiales comprende "suspensión como mínimo de tres partidos en la competición o por un período de tiempo específico por conducta violenta o por agredir a jugadores o a cualquier otra persona presente en el partido".

COPA LIBERTADORES