DESDE EL ARCO
JOSÉ MASTANDREA
Bentancur y Valverde renovaron el mediocampo de la selección. Fueron llamados a tiempo por Tabárez, y dieron con la talla en partidos difíciles.
Uruguay ganó en juego, en tenencia de pelota, en salida clara desde el fondo, pero a su perdió marca, contención y peso en el medio, armas que siempre fueron importantes en la Celeste, principalmente, ante los seleccionados europeos.
Hay dos nombres que están en danza. Uno, el de Walter Gargano, con una edad ideal para jugar un Mundial, con trayectoria, experiencia, y además, gran nivel en lo físico y futbolístico. Otro, el de Lucas Torreira, ese volante todo-terreno que está en boca de todos.
Ojalá el maestro le levante la penitencia a Gargano y le abra la puerta a Torreira. Hay que pensar en Rusia, y no queda mucho.