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Saltó la raya

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Pezzolano

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Paulo Pezzolano se sacó él mismo de un partido ante El Tanque en Florida y arrancó a dirigir; hoy el técnico de Torque sólo se enfoca en el arco rival

Hace un año, Paulo Pezzolano salió de la cancha para pararse junto a la raya y comenzar su carrera como entrenador. Esa tarde, en un partido frente a El Tanque en Florida, el mediopunta de Torque, que unos días antes había aceptado ser el técnico del club, hizo su primer cambio. Y se sacó él. “Yo estaba jugando y la propuesta de Torque me tomó por sorpresa. Me dijeron que tenía el perfil que buscaban y que querían que fuera el entrenador. Insisto, me agarró por sorpresa”, contó Pezzolano en el hermoso complejo de Torque, donde recién había terminado el entrenamiento.

El día de la propuesta se quedó como dos horas hablando de fútbol con Luis Bruno y se fue a su casa a pensarlo. Su prioridad era armar un buen cuerpo técnico. “Si arrancaba esta nueva carrera no quería errarle. Hablé con Valentín Villazán, que es amigo mío. Quería empezar con un número uno atrás mío. El ya había dirigido Rentistas en Primera División. El también lo pensó porque no era fácil pasar de ser el uno al dos, aunque para mí somos los dos uno. Esa misma noche me respondió que sí, nos pusimos a pensar en un ‘profe’. Necesitaba uno con mucha experiencia para el equilibrio del cuerpo técnico. Y Pablo Balbi fue una gran elección”, explicó. Y recordó aquella tarde en Florida.

“Por respeto a mi humilde carrera, buena o mala, quería terminar adentro de la cancha. Me propusieron que si quería podía dirigir y jugar, pero me parecía que iba a ser injusto con los compañeros. Pero jugué ese partido con El Tanque y dirigí de adentro de la cancha, algo que no muchos han hecho, y después hice el mejor cambio de mi carrera. Me saqué yo faltando diez minutos y empatamos el partido en la hora”, relató riendo.

“Fue un momento muy especial. Cuando iba caminando para salir sabía que era la última vez y me pasaron mil cosas por la cabeza. Yo jugué desde los cuatro años, cuando mis padres me llevaban a las canchitas. No pensaba dejar tan temprano, uno siempre ve lejano el retiro, pero se dio así y fue lo mejor que me pasó. Empezar a dirigir enseguida fue muy bueno. Estoy muy contento”.

No tardó en darse cuenta que su nueva tarea no era sencilla. “Ser entrenador no tiene nada que ver con ser jugador. Es muy diferente y mucho más difícil. Hay que tomar decisiones y actuar sobre la cabeza de 27 jugadores, más los ayudantes que tenemos en todas las áreas. Es mucho más trabajo y te lleva las 24 horas. Cuando era jugador y escuchaba a los técnicos decir que el trabajo les llevaba todo el día, creía que exageraban, pero es verdad. Hoy veo muchas cosas que cuando estaba dentro de la cancha no entendía”.

Por más que lo pensó muy bien y fue exigente a la hora de armar su cuerpo técnico, el “Papa” jamás imaginó que le iba a ir tan bien de primera. Lleva 19 partidos al frente de Torque y perdió solamente uno. Empató seis y ganó los 12 restantes. Y le lleva 10 puntos al segundo en la tabla. “Después que arrancás el trabajo y el día a día, eso te va llevando a confiar cada vez más. Y el plantel es espectacular. Los jugadores están comprometidos y creo que eso es lo más difícil, lograr el compromiso de los futbolistas; de los 27, los que están jugando y los que están afuera. Uno lo ve en el trabajo”, dijo orgulloso.

paulina

En seis meses la emoción será doble

Paulo lleva casi 10 años en pareja con Gabriela. “Cuando a uno le va bien, ella está muy contenta, aunque sabemos que también vendrán momentos duros, porque el entrenador siempre pierde más de lo que gana”. Ambos son padres de Paulina, de casi dos años. Él no puede hablar de la pequeña sin emocionarse. Y están esperando otro niño, que llegará dentro de seis meses. El “Papa” quiere un varón.

JUGAR BIEN

“Los puntos de diferencia que tenemos en la tabla y haber perdido un solo partido es algo muy bueno. No es fácil en Segunda División. Pero más que los puntos es el volumen de juego y la forma en que está jugando el equipo. Queremos romper con un concepto que está establecido y que asegura que en la B no se puede jugar bien. Ya lo hemos demostrado, pero vamos a romper con eso con este ascenso. El jugar bien tiene que estar acompañado del objetivo. Una cosa es jugar bien y lograr el ascenso y otra jugar bien y no conseguir el objetivo”, sentenció quien no se apresura a vender la piel del oso.

El técnico de Torque
El técnico de Torque. Foto: Francisco Flores

“Torque juega mejor de lo que jugaba el ‘Papa’”, respondió riendo sobre si su equipo juega como lo hacía él, que fue un talentoso. “Para mí, en cualquier juego no sólo en el fútbol, el que juega mejor tiene más chances de ganar. Tiene más chances de gol que el rival. No pienso tanto en mi arco, sino en el del rival. Si gano un partido 4 a 3 lo gané yo. Creo que hay que sacar un poco la cabeza del cero en nuestro arco. Nosotros hemos logrado el cero atrás, pero sin siquiera hablarlo. Pensamos en el arco rival y si estás lejos de tu arco y tenés más chances de gol, vas a estar cerca de ganar el partido”.

Hace unos meses, el equipo de Pezzolano le marcó un gol a Huracán tras haber realizado 14 pases. Ese gol lo catapultó al mundo. “Fue espectacular, pero es mérito de los jugadores y reflejo de la forma en que se trabaja. Fue un gol muy lindo, pero no fue el único. Lo que pasa es que sorprendió la forma en que arranca la jugada; cómo pasa por al arquero. Son jugadas que cuesta ver, pero siempre tenemos en la cabeza no dar el pase para atrás, jugar siempre para adelante. Si tenemos la paciencia, que otros equipos no tienen, vamos a tener más chance”.

Además de la intención de mirar siempre el arco de enfrente, el secreto del éxito de Torque también pasa porque Pezzolano se siente uno más. Y cree en la cercanía entre el técnico y el futbolista. “Tuve la suerte de haber hablado con muchos entrenadores de experiencia. Y creo que lo primero es que te vean como uno más en el grupo, no como alguien lejano. Sinceramente, me siento uno más, con la diferencia que soy el que toma las decisiones y pone las pautas. Eso muchas veces va a molestar, porque hay decisiones que pueden no gustar, pero me siento uno más del grupo”.

El joven técnico cree mucho en el poder del grupo, por eso durante la pretemporada se hicieron muchos juegos para fortalecerlo. Más allá de las comidas que organizan una vez por mes los jugadores. “El grupo es el que saca todo adelante y trabajamos para que haya un buen ambiente, que los jugadores se lleven bien para luego plasmar todo en la cancha”.

En el año que lleva dirigiendo lo que más le costó fue reducir el plantel. “Lo más feo fue cuando armamos el primer grupo al final del campeonato y tomé la decisión de sacar a 14 o 15 compañeros. Son decisiones feas, porque uno está dejando sin trabajo a varios jugadores, aunque obviamente iban a tener oportunidades en otros clubes. Luego, me volvió a pasar a mitad de año, cuando volví a sacar algunos compañeros y traje otros. Es lo más complicado para un entrenador”.

De todas formas, no se detiene a pensar mucho en eso. “Si a tu entender podés traer a alguien mejor, lo tenés que hacer también por tu familia. Yo las decisiones que tomo siempre las tomo pensando en lo que es mejor para mí y por ende para mi familia. Si tengo que sacar a un jugador del plantel, es porque es la mejor decisión para mi familia. No podés ponerte a pensar en todo lo otro, porque si no te estás traicionando a vos mismo y también al jugador. Porque si lo dejás sabiendo que no va a jugar, lo estás matando”.

Hoy el “Papa” ya no tiene dudas de que quiere ser entrenador. “Le fui agarrando el gustito desde el primer día y con los resultados a favor la confianza crece. Hemos logrado cosas muy buenas con el cuerpo técnico que te hacen creer en el futuro”.

Tras dos años de gestiones, Torque se convirtió en uno de los equipos del grupo City Football, el primero en América del Sur. El City es un holding con base en Emiratos Árabes que es propietario del Manchester City, entre otros. “Uno siempre se ilusiona con mejorar, más cuando ve el trabajo y se dan los resultados. Quizá ser parte del grupo City puede ayudar, y si no, las oportunidades van a venir por otros lados. Nosotros lo que tenemos que hacer es trabajar y conseguir que los jugadores se sientan cómodos y contentos dentro de la cancha. Eso a la larga te va a dar buenos resultados y abrir nuevos horizontes”.

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