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Salto campeón: el 10 que perdió su chance por la noche y el que le ganó a una enfermedad

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El plantel de Salto que se consagró campeón de la Copa Nacional de Selecciones de OFI.

FÚTBOL DEL INTERIOR

La selección del Litoral se quedó con el título del interior al vencer en la final a Canelones del Este. Emiliano Maciel y José Rodríguez cuentan sus historias de vida y el orgullo por la consagración

Siete días atrás Saltose aprontaba para vivir una de las jornadas más felices de su historia. Es que por la tarde, se consagraría campeón del Campeonato Nacional de Selecciones del Interior tras derrotar en la final a Canelones del Este 3-1, después del 1-1 del partido de ida que se disputó en el estadio de Progreso de Estación Atlántida. Así, por tercera vez en su historia, como en 1978 y 2015, Salto se proclamó campeón del interior y el festejo fue doble, porque la selección Sub 17 también fue la monarca al derrotar a Paysandú 4-0.

Ser campeón del interior es una distinción muy grande para cualquier futbolista amateur que juega en la Organización del Fútbol del Interior (OFI). Es un honor que muy pocos tienen el privilegio de lograr. E historias hay miles atrás de cada una de las consagraciones. Y Salto no es la excepción.

Los conducidos por Jorge Noboa primero fueron los campeones del Regional Norte Litoral, donde doblegaron a Río Negro Capital en alargue en el partido decisivo.

Ya en la fase final, Salto Capital dejó por el camino en cuartos de final a Canelones del Sur ganándole 2-0 y 1-0 y en semifinales derrotó a Cerro Largo Capital tras empatar 2-2 en el Estadio Germán Baldassini de Melo y ganar 2-1 en el Dickinson, en un partido que será recordado por lo que pasó en el séptimo minuto de adición, cuando los arachanes empataron con una visible falta contra el arquero; el árbitro Eduardo Castillo inicialmente convalidó el gol, pero luego, a instancias del asistente José Mayano, lo anuló. Instantes después lo volvió a dar por válido y tras un sinfín de protestas, los jueces se fueron al vestuario y suspendieron el partido, cuando finalmente habían invalidado el gol.

En la final, Salto Capital venció a Canelones del Este (interior), que por primera vez en su historia se había metido en una definición. En el encuentro decisivo fue 3-1 gracias a los goles de Luis Leguísamo (el goleador del certamen con 12 tantos), Matías Bentín y del capitán Elbio Conti, todos en la primera media hora del juego.

LA NOCHE. Emiliano Maciel, un enganche de los de antes con mucha técnica y que lleva la 10, fue de los jugadores más destacados de Salto.

“Para nosotros, los jugadores del fútbol amateur, salir campeón del interior con una selección es algo sumamente importante y algo que genera mucha felicidad”, le dijo Maciel a Ovación desde su casa, que es el propio Estadio Dickinson, literalmente hablando.

Maciel vive en el propio Estadio Dickinson junto a Bentín. Ambos son de Bella Unión. FOTO: El País.
Maciel vive en el propio Estadio Dickinson junto a Bentín. Ambos son de Bella Unión. FOTO: El País.

El volante ofensivo es de Bella Unión, pero es la primera vez que representó a Salto, aunque ya lo habían convocado otras dos veces. “Este año decidí jugar por Salto. Yo juego hace tres años en Ceibal pero soy jugador de Santa Rosa de Bella Unión, juego a préstamo en el equipo de Salto, pero como mi pase pertenece a un equipo de Bella Unión y estoy en un club de Salto, puedo elegir jugar en cualquiera de las dos selecciones si me convocan. Al final, decidí hacerlo por Salto porque hubo unos problemas internos con la liga de Bella Unión”, explicó.

Maciel tiene 24 años y toda la vida jugó al fútbol, incluso con pasajes por el fútbol de Montevideo: “Con 12 años fui a Peñarol, me vieron en la selección de baby fútbol y me llevó Néstor Gonçalves, también estuve en Danubio, pero por el tema que tengo un riñón solo, y por los estudios para la ficha médica, me tenían que hacer un seguro de vida y no sé si era muy caro y me dejaron ir. Con 17 años volví a viajar, esta vez a Bella Vista, estuve en Quinta División y Julio Ribas me subió a Primera para entrenar, creo que en 2013. Justo el club se desafilió y me volví”.

Pero el fútbol capitalino tenía más capítulos preparados para Maciel. “En 2014 jugué en la selección Sub 18, me vieron unos ojeadores del empresario Pablo Bentancur y fui nuevamente a Peñarol, a la Cuarta, donde estuve todo el año. En el segundo semestre no estaba jugando, hablé con la gente de Bentancur y les pedí si podían cambiarme de cuadro porque no estaba teniendo minutos y me dijeron que no, que tenía que seguir en Peñarol, que a ellos les favorecía. Ese fue el momento en el que me abrí de ellos, me volví otra vez a Bella Unión, pero otra persona me consiguió una prueba en Racing”, recordó.

¿Qué pasó en Racing? “Hice sólo dos días de fútbol a modo de prueba en Tercera División y me ficharon en 2015. Me convocaron a practicar en Primera, pero después, por problemas de la noche, se me fue el fútbol al carajo”, contó Maciel con un marcado acento artiguense. Y añadió: “El que me llamó para Primera fue el coordinador Darío Larrosa. Todo empezó cuando jugué en Tercera y me fui a Minas a un baile; ese sábado de noche me llaman para avisarme que tenía que presentarme el domingo de mañana en Primera y no fui, era una práctica. Desde ahí entrenaba pero no jugaba más ni siquiera en Tercera, y después del semestre me dejaron libre”.

Maciel es consciente que se equivocó. “Me arrepiento, claro. Ahora que estoy más maduro, me arrepiento de lo que hice. Regresé a Bella Unión y jugué un año en Santa Rosa y en la selección de Bella Unión. Ese fue el momento en el que me vio Noboa, el actual técnico de Salto, me llevó a Gladiador en 2017 y me quedé jugando en Salto”, comentó.

“En Racing me creía otra cosa y nada que ver, viste. Pensé que iba a tener mil oportunidades y no es así. En Racing fue todo muy rápido; llegué y me ficharon enseguida, bajaban jugadores de Primera a jugar en Tercera y yo seguía siendo titular, tenía buenos partidos, me llevé por eso, empecé con la noche y la verdad es que me mareé”, se sinceró.

"En Racing me creía otra cosa y nada que ver. Pensé que iba a tener mil oportunidades y no es así. Tenía buenos partidos, me llevé por eso, empecé con la noche y me mareé".

Maciel vive en el propio Estadio Dickinson junto a Bentín. Ambos son de Bella Unión. FOTO: El País.
Emiliano Maciel

Maciel es de los pocos jugadores del interior que puede vivir del fútbol, pero es la excepción a la regla. “Depende mucho del rendimiento, cada uno arregla con su equipo lo que puede. Ahora me pagan mensual y por presentación en los partidos”, contó.

El enganche o mediapunta vive junto a Matías Bentín, que también es de Bella Unión, en el propio Dickinson, donde Salto se proclamó campeón: “Estamos muy cómodos, vivimos abajo de la tribuna principal. Era un vestuario chiquito que lo reformaron. Comemos todos los días en una rotisería, por un acuerdo que tiene la selección”.

Maciel protagonizó una incidencia en la definición, donde le cometió una dura falta a Martín Higuimaran, jugador de Canelones del Este: “Estaba triste porque algunos pensaban que me había tirado a romperlo y nada que ver, fue una jugada disputada, propia de una final. Le pido disculpas. Intenté comunicarme con él pero no pude”.

LA SANACIÓN. José Rodríguez (28 años) juega en Nacional de Salto, es uno de los polifuncionales que tiene la selección salteña y que habitualmente entra a ayudar al equipo desde el banco de suplentes.

En octubre de 2019 le detectaron una enfermedad medular a causa de un medicamento, pero al principio ningún médico daba en la tecla de lo que tenía y el susto y temor se fueron apoderando de él y su familia. “Estuve dos meses peleando contra esa enfermedad; cuando estaba haciendo la recuperación me enteré de la citación y fue lo que me ayudó a curarme definitivamente. Al principio me costó un poco entrar en ritmo, pero después le agarré la mano y quedé muy contento con los minutos que pude tener. Para mí fue un gran logro estar donde estoy en este momento, siendo uno de los campeones del interior, todavía no lo puedo creer”, le confió a Ovación.

José Rodríguez junto al capitán Elbio Conti, previo a una de las tantas celebraciones que tuvieron en Salto.
José Rodríguez junto al capitán Elbio Conti, previo a una de las tantas celebraciones que tuvieron en Salto.

“Un medicamento me barrió la médula y me quedé sin defensas en el cuerpo, me podía agarrar cualquier cosa y me limpiaba. Estuve 27 días en aislamiento total sin saber qué tenía, me hacían exámenes de todo tipo. El último día, cuando me iban a trasladar a Montevideo, descubrieron qué tenía. Gracias a Dios me salvé de esa”, profundizó sobre su enfermedad y el difícil momento que vivió.

José trabaja para una distribuidora, donde es vendedor, y gana “algo” por jugar: “Acá la mayoría de los clubes paga premios por partido, pero es poco, se juega prácticamente por la camiseta. Hubo un tiempo en que se profesionalizó Salto, pero duró poco. Sacando a Universitario y Cerro, que pagan bien, el resto paga premios por partidos si ganás”.

Los salteños se dieron el gusto de salir campeones y celebrar. Celebrar por una conquista soñada que les permitió vivir días especiales y valorar el triunfo por el camino que cada uno de ellos transitó en sus vidas.

CAPITÁN

Elbio Conti: “Salto es cuna de campeones”

El capitán Elbio Conti tiene 36 años y logró su segundo título con Salto tras el de 2015. “Es algo especial, a nivel amateur es lo máximo. Es un orgullo defender la bandera del departamento y dejarlo en lo más alto”.

Sobre la cantidad de jugadores de calidad que saca Salto, opinó: “Hay varias razones: cómo se trabaja en el baby, el nivel de los equipos, la esencia del jugador de Salto, lo que se pregona. No sé si también hay algo de genética, la mente.Es como dice el lema, es una cuna de campeones. Es raro que Salto no tenga un equipo profesional con todo el potencial que hay y lo fuerte que es la liga”.

Parte del equipo en una de las fotos del festejo. FOTO: El País.
Parte del equipo en una de las fotos del festejo. FOTO: El País.

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