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Salida a Medellín, vía Maldonado

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Los aurinegros juegan hoy el primer tiempo de un “partido” de 180’ que disputan en tan sólo 72 horas.

En la hoja de ruta que Peñarol sigue en el marco de su participación en el Torneo Clausura y la Copa Libertadores, el 18 de febrero pasado comenzó un intenso viaje de 23 días hasta el próximo martes 8 del corriente en los que debería jugar seis partidos, y hoy ante Sud América empieza el último tramo de ese recorrido, en cuyo contexto debe disputar los dos últimos en tan sólo 72 horas.

Inquietante.

Esto es, Peñarol enfrenta esta noche a los "buzones" por la actividad local, pero el próximo martes debe hacer lo propio ante el dificilísimo Atlético Nacional colombiano en Medellín por la Copa, con una particularidad que, en el mejor de los casos, lo presiona: en la franja de cuatro encuentros que ya jugó, sólo ganó uno, a Defensor Sporting, y ya enfocando el desarrollo de la serie de compromisos que tenían los aurinegros desde un punto de vista cronológico, lo más inquietante es que el cuadro que dirige Jorge Da Silva perdió los dos últimos.

Por tal motivo, este partido de hoy ante Sud América y el del próximo martes no parecen aislados en la hoja de ruta; al contrario: Peñarol debería tener —o recobrar— un equilibrio de rendimiento mínimo, para no comprometer sus posibilidades en el Torneo Clausura y en la Copa.

Es más, este itinerario de apenas tres días que tiene hoy como punto de partida el estadio "Domingo Burgueño Miguel" de Maldonado y cuyo destino final es Medellín, en Colombia, ya que al regreso a Montevideo los aurinegros tendrán el alivio de que en el fin de semana siguiente no habrá actividad por el Torneo Clausura, encierra un peligro: si Peñarol no mejora, puede hasta entrar a comprometer su chance de ganar el segundo torneo corto de la actividad doméstica, y quedar "por una para salir" en la Copa.

Despegue.

Esto que afronta Peñarol desde hoy hasta el próximo martes, tiene mucho que ver con algo a lo que se aluden los entrenadores a menudo cuando hablan de cotejos de ida y vuelta con carácter eliminatorio y dicen que "esto es un partido de 180 minutos".

O sea, en Maldonado y Medellín, Peñarol va a jugar primero un tiempo de 90 en el que enfrentará a Sud América y después otro, también de 90, en el que lo hará con Atlético Nacional, un equipazo casi invencible en su reducto.

Turbulencias.

De cómo es el despegue de hoy, que Peñarol encara viniendo en medio de una zona de turbulencias, puede depender en buena parte, tal vez, cómo será el aterrizaje del próximo martes en Colombia: estado anímico y físico, funcionamiento en el plano futbolístico, eventuales lesiones...todo entra en una misma valija para cumplir con esa hoja de ruta que en su último tramo marca que el equipo aurinegro parte hoy desde Maldonado y tiene fijado el arribo a Medellín para dentro de 72 horas.

Tres miran el descenso y otro trata de coparse

La etapa de hoy se completará con otros dos encuentros: Villa Teresa ante Cerro y Liverpool frente a El Tanque. En el primero, el local necesita ganar como sea para salir de la zona roja ante un albiceleste que quiere meterse en un torneo internacional. En el segundo, se jugarán una final por el descenso.

Una duda esconde dos armas

“Mirá que la está pensando en serio, no esconde”, aseguró Julio Maturro, un dirigente peculiar de Sud América, pues va a todas los entrenamientos, y no sólo mira con detención porque le gusta -y entiende- el fútbol, sino que también está pronto para prestarle apoyo logístico al técnico de turno.

De esa forma, el directivo se refería a que Julio Comesaña, el actual entrenador de los “buzones” no había resuelto aún si hoy será titular Federico Gallego o, en cambio, jugará Leandro Reymúndez.

En realidad, las dos puntas del solitario que está por “sacar” el entrenador esconden sendas armas con las cuales su equipo puede hacerle daño a Peñarol, de distintas formas: Reymúndez es un punta veloz, que con su perpendicularidad puede complicarle la vida al fondo de Peñarol; y Gallego es un enlace, o mediapunta, cuyos pases, remates desde media distancia y de pelota quieta, son capaces de armar un destrozo, además de que su repliegue ayudaría a un mejor manejo por parte de los “buzones”.

Emilio Mac Eachen

El zaguero, que concentró previo al partido con Huracán, pero luego no fue al banco, reaparece en lugar de Valdez: no tiene una misión fácil al insertarse en una zona del equipo que últimamente mostró debilidades.

Javier Irazún

Si Peñarol ataca como ante Huracán el martes pasado, el “Perro” puede tener que hacer “horas extra”, como hizo el arquero argentino; en ese sentido, se recuerda su gestión en el triunfo contra Nacional: monumental, notable.

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