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Salah, el rival de los celestes es el jugador del momento

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Mohamed Salah en el triunfo de Liverpool. Foto: Reuters

MUNDIAL 2018

El delantero de Liverpool será la gran figura de la selección de Egipto en Rusia. Real Madrid ya puso sus ojos en este zurdo, casi tan rápido como Messi.

El pasado 4 de enero, Mohamed Salah recibió en Accra (Ghana) el premio al mejor futbolista africano de 2017, según la votación realizada por la Confederación Africana de Fútbol. A partir de agosto, posiblemente sea nuevo delantero del Real Madrid. Entre las dos fechas, sin embargo, hay una que interesa más al aficionado uruguayo: el 15 de junio estará defendiendo a Egipto frente a los celestes, en el estreno del Mundial de Rusia para ambos equipos.

La velocidad y la visión de gol de este zurdo de 25 años lo convirtieron en el jugador del momento en Europa, con la camiseta roja del Liverpool, meses después de haber sido el principal argumento de la clasificación al Mundial de su seleccionado, también de casaca roja.

Salah nació hace 25 años en Basyoun, una pequeña ciudad entre El Cairo y Alejandría. Si se buscan más datos sobre esta localidad en Wikipedia, casi lo único que encontrará es que es la tierra natal de Salah. A los 14 años se fue a jugar al Arab Contractors de la ciudad de Nasr. Poco después, pasó al Arab Contractors de El Cairo, donde debutó en primera a los 17. Enseguida llegó a la selección, tanto la sub 20 (disputó el Mundial de Colombia 2011 y los Juegos Olímpicos de Londres 2012) como la mayor.

“No podía creerlo, estaba en el equipo nacional a los 19 años. En ese momento era demasiado temprano para un jugador de esa edad. Especialmente para nosotros, mi generación, porque en la generación anterior a la nuestra todos tenían alrededor de 30 años”, declaró hace poco a la web del Liverpool.

Cuando tenía 20 años se fue al Basilea de Suiza. En parte, su pase se adelantó porque el campeonato egipcio fue suspendido cuando 74 hinchas del Al Alhy murieron al ser atacados por hinchas del Al Masry. La mudanza a un país como Suiza, sin saber otro idioma que el árabe, resultó muy dura. Pero se destacó en la cancha y llamó la atención del Chelsea cuando le marcó dos goles por la Champions League. En enero de 2014 estaba en Londres. Sin embargo, en este club jugó muy poco. Mourinho prefería a Willian y Hazard para el ataque. Y una mala noche ante el Bradford City por la FA Cup le costó la derrota al Chelsea y la salida a Salah.

El egipcio se fue entonces a préstamo a la Fiorentina en trueque por Juan Guillermo Cuadrado. Estuvo cuatro meses y pasó a la Roma, donde terminó de asentarse. Fue el goleador del equipo y colaboró en la conquista del subcampeonato italiano 2016-2017. En el verano europeo de 2017, Liverpool lo compró por 57 millones de dólares.

Récord.

“Me dije: ‘Quiero volver a Inglaterra’. Siempre estaba en mi mente volver. Quería mostrarle a todos mi fútbol. Cuando me di cuenta de que estaba muy cerca de venir, estaba muy, muy feliz, y después de hablar con el técnico por primera vez después de que se acordó el pase estaba aún más feliz”, declaró Salah. Y agregó que solía jugar con los colores del Liverpool en la PlayStation, declaración que parece una variante moderna de aquel “era hincha desde chiquito”.

Su primer semestre en los Reds resultó espectacular. De entrada, igualó un récord: 23 goles entre el inicio de la temporada y el año nuevo, que desde 1961 tenía Roger Hunt (campeón mundial con Inglaterra en 1966).

Su técnico, el alemán Jürgen Klopp, afirmó que Salah excedió todas las expectativas que la oficina de cazatalentos del Liverpool tenía sobre él, y que su llegada convirtió al ataque del equipo en una fuerza más impredecible. “Lo bueno es que todavía es muy joven y hay mucho margen para mejorar”, agregó.

Precisamente, en tan poco tiempo Salah llegó a jugar en todas las posiciones del ataque, pero preferentemente lo hace por la derecha. Su primera característica: es muy veloz. “Podría competir en una carrera con Usain Bolt”, aseguró Murat Yakin, su técnico en el Basilea. El exentrenador de la Fiorentina, Vincenzo Montella, tampoco le escapó a una comparación ambiciosa: “Quizás solo Messi es más rápido que él con el balón en los pies”.

A partir de esa velocidad natural, Salah fue evolucionando como jugador en Europa. En Basilea todavía erraba muchos goles, pero ahora es todo un goleador. Su pasaje por el fútbol italiano le permitió convertirse en hombre de equipo. Aprendió a desmarcarse, hacer pases de gol y también a colaborar en la marca cuando el rival sale jugando.

Muchos trazan un paralelo entre Salah y Luis Suárez, el anterior gran goleador de Liverpool. Pero Klopp descartó de plano el parangón. “Me gustan la actitud y el estilo de Suárez, pero ya no es jugador del club”, se limitó a decir.

“Estoy feliz cuando los hinchas cantan mi nombre. Puedo escucharlos en la cancha y me pone muy contento. Cambia tus emociones. Tengo que agradecer mucho por eso. Para mí es una gran cosa: estoy aquí desde hace pocos meses y que los fanáticos canten mi nombre, mostrándome amor y respeto, significa mucho para mí”, declaró Mohamed.

Celebridad.

Si ya es ídolo en Anfield, en Egipto se convirtió en una auténtica celebridad. El año pasado no solo alcanzó subcampeonato en la Copa Africana de Naciones, sino que llevó a su selección a su primera Copa del Mundo en 28 años. Tuvo decisiva participación en los siete goles logrados por el equipo en las eliminatorias: cinco los hizo él y dio los pases de gol para los otros dos. “Quiero ser recordado como el mejor futbolista egipcio de la historia”, confesó. Al otro día, las autoridades de su provincia anunciaron que la escuela donde concurrió en su infancia pasaría a llamarse “Mohamed Salah”.

Héctor Cúper, el técnico argentino del seleccionado egipcio, aseguró que Salah es “un jugador más” de su equipo, en el sentido positivo de la expresión. “Convirtió la mayoría de los goles, pero trabajó y corrió como todos los demás. No tiene privilegios especiales. Eso podría parecer un pequeño detalle, pero es muy significativo”, dijo.

“Es un jugador enormemente talentoso pero muy modesto. La gente a menudo dice que el equipo nacional es ‘Salah y otros 10’, a lo que respondo: ‘Tal vez sea cierto, ya que es alguien que puede ganar un partido para tu equipo, pero también porque se ve a sí mismo como un jugador más”, comentó Cúper. En realidad, en Egipto se asegura que la táctica del seleccionado es “pasársela a Salah”.

En su condición de referente, Salah no le escapa a temas que pueden ser polémicos en Egipto. Hace poco dio su apoyo a una campaña de la ONU contra la violencia y las desigualdades contra las mujeres en su país, donde el acoso y la discriminación sexual representan un problema endémico.

Real Madrid.

Los medios europeos aseguran que Real Madrid ya puso su mirada sobre Salah. Incluso se habla de una oferta inminente, para contrarrestar el efecto de la llegada de Philippe Coutinho al Barcelona.

Hasta ahora, lo que se sabía era que Zinedine Zidane no había pedido refuerzos durante el mercado de pases de invierno (que en España se cierra el 31 de enero), pero el presidente del club, Florentino Pérez, siempre tiene su opinión, que generalmente es comprar a la estrella del momento.

Esta idea tendría un gran obstáculo: es improbable que Liverpool acepte desprenderse de otra de sus figuras tras la partida de Coutinho, pues significaría despedirse de pelear cualquier título este año. Además, el Madrid no podría alinear a Salah en la Champions League porque ya ha jugado esta edición por su actual club. Pero se asegura que tarde o temprano, Salah dejará el rojo para vestirse de blanco.

Salah y Cúper, los mejores

Salah ganó en 2017 el Balón de Oro al jugador africano del año, primer egipcio que conquista ese galardón. Superó en la votación al senegalés Sadio Mané (Liverpool) y al gabonés Pierre-Emerick Aubameyang (Dortmund). “Es un sueño que se hace realidad. 2017 ha sido un año increíble para mí”, declaró. Además, el DT argentino de Egipto Héctor Cúper fue designado mejor entrenador.

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