Cuando lo llamamos para ascenderlo al primer equipo de Cerro allá por el 2012, veíamos que era un muy buen jugador, pero que todavía le faltaba mucho para poder tener minutos.

RICARDO ORTÍZ*

Decidimos dárselos de a poco y se fue metiendo en el plantel con apenas 20 años en un equipo que tenía muy buenos jugadores y de renombre en la vida del club.

Más allá de lo buen jugador que era en ese momento y esa carrera que fue cimentando, Hugo siempre fue un gran tipo, solidario con sus compañeros dentro y fuera de la cancha.

El sacrificio y la lucha están dentro de sus rasgos más característicos y a la vista está que se consolidó en el primer equipo de Cerro y ahora era codiciado por los grandes y algún equipo del exterior.

Con el paso de los partidos en Primera División fue mejorando muchísimo, es potente, sabe con la pelota y puede generarle riesgo al rival en cualquier momento del partido porque sabe bien donde está parado y por sobre todo, es un futbolista que no juega para él solo, sino que también lo hace para el equipo.

Ahora en su etapa en Nacional, algo que me alegra muchísimo por lo que significa Hugo como persona, va a tener otra exigencia, pero estoy seguro de que le puede llegar a dar una gran mano al club y todo va a depender de la adaptación que tenga al equipo, al club y también al entorno.

*Fue el entrenador que hizo debutar a Hugo Silveira en Primera División.

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